Si al arte de cultivar la inteligencia y la reflexión entre los jóvenes de Sonora tuviéramos que ponerle un nombre específico, ese debería ser Xunuta, Capítulo Sonora. En efecto, bajo ese nombre se articula un colectivo de jóvenes talentosos que, egresados de la Universidad de Sonora, realizan desde hace tres años un foro que reúne, según mi muy personal punto de vista, a lo más selecto e inteligente de la juventud creativa, egresada de alguna de las carreras de ciencias y humanidades de nuestra Alma Mater. Y si bien el foro de este año se realizó los días 12 y 13 de marzo, desarrollo hasta hoy esta crónica para ejemplificar una conjunción deseable entre espacios y eventos culturales, a propósito de la celebración del Día Internacional de los Museos, celebrada este 18 de mayo.

 

Lo que sorprende de este encuentro y los otros dos que el colectivo ha realizado es la originalidad, frescura y calidad de las reflexiones de jóvenes creadores de carreras como Historia, Sociología, Letras, Ciencias de la Comunicación, Teatro y Danza, entre otras. Tomando como herramientas centrales la palabra escrita y el manejo de los medios audiovisuales, se genera durante dos días un diálogo interdisciplinario donde se desmenuzan los aspectos centrales que nos construyen como sociedad. Para ello, los jóvenes creadores le apuestan lo mismo al documental y al cine, que a los recursos estilísticos de la danza contemporánea, el teatro, la poesía, el perfomance o la reflexión desde la historia, la cultura y la política.

 

Esta es la apuesta de Xunuta, cuestionar la realidad que le toca vivir a los jóvenes creadores explorándola desde los múltiples diálogos, desde sus muchos saberes,  en un lenguaje rico y constructivo, profundo en emociones y desde todos los frentes posibles.

 

Otro acierto del grupo es que el evento se realiza en una de las salas del Museo Regional de Historia, espacio donde el gran Profe, Leo Sandoval, realizara una magnífica obra de muchos años desentrañando el sentido profundo de la historia sonorense. Con ello el museo cumple su objetivo de trabajar con los sujetos vivos que hacen la historia de la región.

 

Es decir, junto a ese  pasado lleno de uniformes militares, fósiles, carretas y otros objetos,  se inserta de lleno el espacio vivo y gozoso de los que hoy construyen la nueva historia desde diferentes ángulos y puntos de vista. Y qué mejor que la palabra escrita, una ponencia, un video, un performance, un poema, una obra de teatro o una buena coreografía para elaborar propuestas, estilos de vida que optan por crear un mundo alterno frente a las grisuras de burocracias que no estimulan el talento de tanto joven egresado de estas nobles carreras, de un sistema político que no expresa ni refleja el sentir social o, ciudadanos apalancados en el confort y la molicie de que este mundo no necesita ningún cambio.

 

Viendo a estos jóvenes pienso en el destino de muchos otros que desde hace años están emigrando de las comunidades rurales hacia la frontera o a Estados Unidos, a buscar la vida y las oportunidades que aquí no tienen. Pienso en esos jóvenes que todos los días son noticia en los municipios urbanos porque asaltaron, robaron o fueron asesinados en esa realidad alterna y paralela del mundo del narcotráfico que los emplea y consume como mano de obra barata.

 

Es mucho el talento que se desperdicia en nuestra región. Afortunadamente, y como lo mencionaba líneas atrás, no todo es grisura. En los dos años que me ha tocado presenciar y apoyar el evento de Xunuta, capítulo Sonora,  me queda una sensación profunda de que otro sería y será el destino de este país cuando todos nos expresemos desde lo más profundo de nosotros mismos, desde lo más profundo de nuestra integridad creativa como seres humanos. Solamente un diálogo constructivo basado en los saberes profundos nos ayudará a forjar ciudadanos más libres y conscientes de sí mismos.

 

No me queda más que expresar mi admiración por esos cuatro talentos que se echan a cuestas la responsabilidad de armar este evento; Tesia Cruz, Christian Ortiz, Roberto Carretas y Yadira Buendía. Su mérito es doblemente mayor porque el evento lo organizan con más empuje y entusiasmo que  recursos económicos.

 

Bien por XUNUTA, capítulo Sonora, bien porque nos sigan dando más encuentros. Bien también por el sociólogo Ariel Silva, jefe del museo, que desde ese espacio apoya el talento y la actitud creativa de los jóvenes que actualmente construyen la historia viva de Sonora.

 

Con ello, el museo se convierte en la caja de resonancia de una actividad cultural que expresa lo mejor del ser y el sentir de la Universidad de Sonora. Como bien dice Roberto Carretas, “somos pocos pero locos”.

 

Que la locura sea la sinrazón del mundo. Y si es joven mejor.

 

Por Héctor Rodríguez Méndez

Fotografía de Xunuta Capítulo Sonora

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Sobre el autor

Héctor Rodríguez Méndez es sociólogo y consultor especializado en el desarrollo proyectos comunitarios sustentables. Ha trabajado en centros de investigación y programas para la conservación y uso sustentable de los recursos naturales en Areas Naturales Protegidas.

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