Hermosillo, Sonora.-
Todo empezó hace dos años en el Sahuaro Fest 2018. “Mushasho”, banda musical conformada por queridos amigos, me invitaron a subirme al escenario en la última rola de su presentación, después de haber colaborado en sus visuales, los cuales en su mayoría son imágenes regionales.
Al día siguiente del evento, una chica Yaqui postea en Facebook una foto mía de la presentación. Yo no me di cuenta del post, ya que no es parte de mis contactos, sin embargo, un amigo copió y pegó en su muro comentando que “hasta lo que no comen les hace daño”. Al entrar al perfil de la chica, para ver qué sucedía, observo una gran cantidad de comentarios negativos hacia mi persona (al parecer, todos provenientes de miembros de la comunidad Yaqui).
Asumieron que yo había bailado la danza del venado. Decían que era una falta de respeto hacia su etnia, que yo era una ignorante, una vergüenza para nuestra cultura. Había incluso comentarios de que yo “merecía azotes” por haber bailado la danza del venado (ya que está prohibido que una mujer la baile, dato que en efecto, no conocía), sin embargo, fue algo que jamás hice. Mi presentación se basó, en un ejercicio de improvisación de danza contemporánea, con música de la banda antes mencionada, utilizando elementos del danzante (cabeza, tenabaris y sonajas), imagen simbólica y/o representativa de nuestra cultura sonorense.
Me llegaron varios mensajes privados donde incluso no solo recibí fuertes insultos, sino amenazas. Honestamente tuve miedo. Después de algunas conversaciones en privado, un anciano Yaqui tranquilizó a la comunidad, diciéndoles que tanto el venado como animal era libre, al igual que el arte y que nosotros lo hacíamos no solo por amor a nuestra cultura, sino que queríamos mostrársela al mundo con orgullo. Aprovecho para agradecer la intervención, ya que para nosotros fue, es y será siempre un honor mostrar nuestras raíces.
Después de la polémica presentación, decidí crear un video al respecto. Su título, Venado no veNada lo dice todo. No solo quise abordar el machismo que a mi parecer, existe en algunas tradiciones, las cuales aun así respeto, sino también expresar mi decepción, al observar cómo saboteaban el fomento y la preservación de nuestra cultura, al no dejar que “otros” nos expresemos libremente, por medio de nuevas perspectivas, a través del arte.
Al final del texto comparto el link para los que gusten ver el video, donde en absoluto se baila la danza del venado.
Una vez más recibí insultos y ataques, solo que esta vez no me generaron tanto miedo como al principio, ya que fui consciente de que en ningún momento le falté el respeto a la etnia o a sus tradiciones.
Actualmente, dentro del arte existen fusiones de todo tipo, donde la apropiación o apropiacionismo e intervención, son corrientes del arte posmoderno que se utilizan para mostrar al mundo, una combinación de lo antiguo con lo nuevo, el culto a la cultura popular en una obra nueva, no para representar la realidad mediante una imagen, sino para re-contextualizar trabajos anteriores mediante ésta, buscando a la vez el impacto que pueden llegar a expresar estas nuevas obras. En lo personal, creo que es beneficioso para las diferentes culturas, sean las que sean, pues se valoran aspectos como la diversidad o la empatía entre éstas. Aquí dos, de muchos ejemplos del apropiacionismo e intervención dentro del arte visual:
“In the garden,” de Richard Prince
Apropiación de “La Gioconda”, por Banksy
En la actualidad, trabajo en un proyecto de artes visuales llamado ELE BÉ, el cual tiene como objetivo promover trabajo artístico fuera de los museos, galerías y los espacios institucionales, buscando llevar piezas artísticas a nuestras vidas, a través de artículos de uso diario a precios accesibles. Después de realizar el video Venado no veNada, utilicé un fotograma de éste, como imagen para imprimir en unas playeras, y al promocionarlas, Traz… Otra vez… Sin embargo en esta ocasión, me defendí en cada comentario y lo hice público, ya que sin haber bailado la danza del venado, seguían atacando por haber utilizado elementos del danzante en un trabajo artístico, cuando su imagen, repito, es la representativa del estado de Sonora y su cultura, por lo que al ser sonorense, también me representa de cierta manera. Hasta aquí mi experiencia.
***
Me gustaría terminar diciendo que admiro y respeto a la tribu Yaqui, como a todos los grupos indígenas de Sonora y el mundo. Su lucha y resistencia durante siglos por sus tierras, los recursos naturales de los que son guardianes y sus costumbres y tradiciones. Su cosmovisión. También respeto las diferentes formas de pensar y ver el mundo de las personas, en todo tipo de situaciones, por lo que jamás haría algo en contra de mi propia gente o de mi propia cultura. Al contrario, me hace feliz expresar de dónde vengo y generar el mismo sentimiento en los demás, a través del arte, desde una nueva perspectiva.
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Te felicito Leonor, por tu creatividad y tu libertad
Bueno mira, el hecho de que no permitas la libertad de expresión, o sea… eliges lo que se puede publicar y lo que no en esta crónica, ya coarta mi libertad y desde allí dejas mucho que desear, Leonor. El vídeo no muestra absolutamente nada, pero si a ti te gusta está bien.
Por cierto, lo que quise decir en cuanto a que yo no hice la “crónica”, me refería a que pa empezar así se llama la revista virtual jajaja que NO ES MÍA. Por lo que yo no puedo decidir quién haga qué en esta. Digo, “no sé porqué asumí” que no cappichi jaja.
Esta crónica yo no la hice jajaja. Ahí se nota tu ignorancia también. Además estás comentando, ni siquiera eres congruente. Por otro lado, se nota la miseria de vida que llevas porque finalmente ¿en qué te afecta lo que yo haga o no? Digo…. Y si mi trabajo, ya sea el video o lo que sea no te gusta, créeme que a nadie le importa. Me gustaría ver lo que tú haces nomás pa ver lo chingona que eres. Por cierto, quién eres?