Una batalla del recuerdo: ¡Ting, ting! Suena la campana. Con un pizarrón verde cenizo, tres o cuatro gises y un montón de chamacos de huesos de frijol parados con maíz, acompañados solamente de mocos y lagañas, el profesor Benito era capaz de invitar a sus pupilos a dar un paseo más allá de la luna …
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