La noche de anoche llovió en Hermosillo
y hoy lo celebramos con la poesía de Lorenza Val, recordando que hay más vida que política en la viña del señor 😍
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Una de esas tardes
de charcos resplandecientes
pisé el cielo.
Gotas enojadas salpicaron mi cuerpo
caricias rotas
de mi trémulo reflejo.
Sacudí las caricias
arranqué mis oídos
los metí en los bolsillos.
Caminata sorda
callada
inhalando la droga
que dispara la tierra mojada.
Los maniquís mecen la tarde
ofertas invitan a no manosear
el mercado está de buenas
la cebolla afrodisiaca guisa la humedad
el diapasón del acordeón afina mis oídos
la gravedad del tololoche agudiza la llovizna
se armoniza la ciudad.
La sexi paletera enciende un Delicado
sus pechos descarados amamantan el lugar
en el humo de sus ansias se dispersan los sombreros
por sus arrugas se resbalan los años de vagar.
Yo le compro una paleta
el predicador, gracias a Dios no está.
Chupo tranquila el colorante con ciruela
el cielo del charco regresó a su lugar.
Serena monto mi carro
abro todas las ventanas.
tomo un atajo,
por el camino más largo
con una prisa nublada.
Un carro con cara de cocodrilo no soporta mi calma
me rebasa por la izquierda
dejando nubecitas negras
escurriendo por mi espalda.
Texto y fotografía (de Hermosillo y su mercado municipal número 1) por Lorenza Val
Eres magnífica.
Qué linda, gracias.
Allí estaba esa mujer ¡¡ Que mujer !!
Muy hermooosa tu poesía. . Braaaaaavo 👏👏👏👏me encantó. .saludos Lore 😍💋💕