Saludamos el debut de una mujer, hermana, fotógrafa, creadora…
ARTE DESESTRUCTURANTE
El encuentro con la mujer cantora y el cuerpo paisajista me ha convidado a esculcar una nueva posibilidad de vivir, de romper con el encierro, de quemar las angustias y volver a la magia del universo seri. Me muestra la soberanía de la vida en sus formas naturales y el poder de sanar las grietas en flor de las entrañas, para así, al menos intentar sin ambages retornar al sentido de la existencia, con la mirada siempre al mar y sus creaciones de bonanza.
He aquí las coloridas imágenes como una frondosa metáfora de liberación y ese enorme lazo con la noche marina y las fibras de las redes de mar. He aquí una exploración al cuerpo humano, al consentimiento de la vida y a la aceptación de la muerte en lo que pueda quedar en el registro ilegible del desaparecer.
La ceremonia de la voz danzante en el mar y el luto del cuerpo en el paisaje sublime y los desaparecidos, son entonces un proceso de buscar otros caminos para seguir la vida después del dolor por la reunión forzada de los desencantos, pesares desamorados y dolorosos estremecimientos.
El encuentro con la vivencia del cuerpo singular de una mujer seri, su piel oscura, sus pies, su columna, sus pliegues de sabiduría y el olor a mar, así como sus manos de líneas geográficas y puras, entrelazan el cuerpo de mi hermano desaparecido entre cerros y desiertos, y a su vez, me muestran el pensamiento sabio del perdón, como médula y columna principal de la demanda rigurosa y la cordura.
Por Clotilde López
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