Ese Luis, me acabo de enterar de tu partida. Bien a bien no sabía, no sé, si tenías graves problemas de salud. Pero qué importa, vine aquí a despedirme y expresarte mi grato recuerdo por tus lágrimas solidarias muchos años ha, cuando volví de Oaxaca con mi aventura periodística en la espalda (la cobertura del movimiento social en el año 2006, o la APPO vs Ulises Ruiz).
Ignoro qué viste en mí o en mi labor, pero vaciabas tus sentimientos cuando preguntabas sobre lo que allá vi, lo que allá viví. Incluso, en alguna ocasión escribiste un poema intitulado “Oaxaca” y lo leíste en público a manera de homenaje a la lucha de ese pueblo. La concurrencia se vio conmovida por tu performance pero a mí no me ayudó en absoluto, queriendo yo olvidar imágenes y aullidos.
Consigno que pasaban los años y seguías con esa luz en los ojos al hablar de esa u otras luchas, como la de nuestra Guardería ABC. Tenías corazón para ello y un stock de lágrimas impresionante.
Antes que tú, mi estimado Luis Rey Moreno Gil, se fue otro camarada que también le entendía a esa extraña combinación de plazas y cantinas: Alejandro Zabaleta. A los dos los conocí en las marchas o en las barras, da lo mismo. Hablo de principios de siglo, cuando febril universitario y ustedes veteranos consagrados de la cultura hermosillense.
Cuídate mucho, cuídense mucho por allá, si cabe el verbo en esa dimensión.
Un abrazo
Por Benjamín Alonso Rascón
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En portada, Luis Rey Moreno Gil retratado por José Luis Jara en agosto de 2023