Antonio Astiazarán Gutiérrez

Presidente Municipal de Hermosillo

Hermosillo, Sonora

5 de mayo de 2025

Asunto: Una propuesta para el Parque Madero. 

Resúmen. La intención de la presente es hacerle llegar una propuesta que busca contribuir a la revitalización del Parque Francisco I. Madero. Los objetivos que se buscan alcanzar con esta propuesta tienen una estrecha relación con los que persigue el Instituto Municipal de Cultura y Arte, buscando fomentar, promover y difundir el quehacer artístico y cultural de Hermosillo. Las acciones y actividades que aquí se proponen están dirigidas a hacer del Parque Madero un espacio artístico y cultural para beneficio de los hermosillenses y un destino obligado para todo aquel que visite la ciudad de Hermosillo.

Justificacion. A pesar de ser el parque más antiguo de la ciudad, el Parque Madero conserva muy pocos elementos que den testimonio de su pasado. Esto se debe a que las obras construídas en una etapa de su historia fueron destruídas o reubicadas en posteriores etapas de modernización. Con más de 200 años de historia, el Parque Madero tan sólo conserva los dos monumentos erigidos para honrar la hazaña del maquinista Jesús García Corona, el Héroe de Nacozari. El primero de ellos se trata de un monumento que por su forma y color sería bautizado por los hermosillenses como el “Terrón de Azúcar”; compuesto por cuatro relieves diseñados por el pintor Fermín Revueltas y ejecutados por el escultor Ignacio Asúnsolo en 1932. El segundo sería inaugurado en 1977 tratándose de un monumento hecho en bronce a cargo del escultor Julián Martínez Soros.

La modernización del Parque Madero llevada a cabo durante su pasada administración habría seguido la misma tendencia a las realizadas anteriormente de no haberse impedido la reubicación del segundo monumento a Jesús García al Cerro de la Campana. Usted tiene en sus manos la oportunidad de revertir la tendencia de modernizar sin invertir en acciones de rescate y conservación del patrimonio del Parque Madero y la difusión de su historia. Esto se podría lograr a través de una inversión relativamente modesta, dirigida a reinstalar dos obras de arte que originalmente se ubicaban en este parque. La primera de ellas se trata del vitral diseñado en 1933 por Fermín Revueltas para decorar el salón de actos de la Casa del Pueblo, un complejo deportivo anexo al Parque Madero. La segunda obra se trata del busto del compositor hermosillense Rodolfo Campodónico realizado por el escultor Ignacio Asúnsolo en 1940, el cual se ubicaba en una glorieta dentro del parque.

Se trata de las únicas obras del Parque Madero que no fueron destruídas sino que llegaron a ser reubicadas a otros espacios. El busto del compositor fue reinstalado en una pequeña plaza situada en la esquina de las calles Rosales y Serdán, mientras que el vitral se encuentra desaparecido tras la demolición de la Casa de Pueblo, presuntamente ubicado en una residencia particular. Ante ello se propone la construcción de una réplica de la obra, anexándose aquí una cotización realizada por Casa Montaña, la misma empresa que construiría el vitral original. Es importante tener en cuenta que este vitral se trata del primero de una serie de vitrales diseñados por Fermín Revueltas para ser instalados en espacios públicos, sin embargo, es el único de sus vitrales que se encuentra desaparecido, por lo que su reubicación representaría un rescate del patrimonio artístico y cultural de México. 

La reciente modernización ha logrado revitalizar el Parque Madero convirtiéndolo en un espacio ampliamente visitado por los hermosillenses. Se propone aprovechar esta modernización con el fin de reubicar las obras a espacios ya intervenidos, evitando con ello impactar las áreas verdes. Al tratarse de elementos propios de la identidad y la historia del Parque Madero su reubicación es justificable y contaría con la aprobación tanto de la ciudadanía hermosillense como de las instituciones correspondientes. Es oportuno comentarle que esta propuesta ha sido comentada con directivos de diferentes instituciones culturales quienes han mostrado interés y ofrecido su respaldo para la realización de esta iniciativa.

Se propone aprovechar el procedimiento que ha iniciado el Instituto Municipal de Cultura y Arte para declarar al primer monumento a Jesús García como patrimonio artístico y cultural de Hermosillo, el cual podría representar el inicio de un proyecto dirigido a recuperar la identidad y la historia del Parque Madero. La reubicación de estas obras no solo contribuirían a lograr ese objetivo sino que harían mucho para dignificar el principal parque de la ciudad al tratarse de obras de relevancia artística nacional, habiendo sido realizadas por dos reconocidos artistas mexicanos. Ignacio Asúnsolo es considerado como el precursor de la escultura moderna en México, mientras que Fermín Revueltas es uno de los fundadores del muralismo mexicano, un pionero de la ilustración gráfica y uno de los vitralistas mexicanos más reconocidos. 

Con la reubicación de estas obras el Parque Madero volvería a contar con las tres obras de arte construídas durante la misma etapa de modernización (1932-1940); siendo el “Terrón de Azúcar” la única de estas obras que no llegó a ser destruída o reubicada. Cabe señalar que estas tres obras fueron construídas por iniciativa del influyente político e intelectual sonorense Juan de Dios Bojórquez con un mismo propósito, honrar las acciones realizadas por sonorenses que llegaron a impactar la vida política y social de México. De ahí que estas obras representan una parte importante de la identidad y de la historia de Sonora por lo que su reubicación, de ser acompañadas por un proyecto de señalización y fotografía histórica, podrían hacer del Parque Madero un museo de sitio, difundiendo a sus visitantes los más de 200 años de historia de este parque.

Finalmente, la temática artística de estas obras podría ser igualmente aprovechada por la actual administración municipal con el fin de implementar en el Parque Madero un programa de actividades dirigidas a fomentar, promover y difundir las manifestaciones artísticas. Se proponen a continuación ciertas acciones y actividades que contribuirían de manera significativa a convertir el parque más antiguo y principal área verde de la ciudad en un espacio artístico y cultural en beneficio de los hermosillenses y de todo aquel que visite la capital de Sonora.

El busto de Rodolfo Campodónico

Rodolfo Campodónico fue un músico y compositor hermosillense, considerado como uno de los más reconocidos valsistas de México, con un repertorio de más de dos mil composiciones musicales, incluyendo su célebre vals “Club Verde” considerado como una de las primeras manifestaciones en contra de la dictadura de Porfirio Díaz. En 1936 se publicaría su primer biografía escrita por Juan de Dios Bojórquez, quien nos da una idea de la magnitud de la obra del compositor a través de las siguientes frases extraídas de su libro: “No teníamos artistas. Campódonico vino a pagar el tributo musical que Sonora debía a la Republica”. “El modesto músico nació en Hermosillo, dió gloria a su Estado. Su fama se extendió por todo el continente y ocupa un puesto destacado entre los más célebres compositores mexicanos.” 

En esta biografía se hace patente la intención de Bojórquez de promover la construcción de un busto para rendir homenaje a la vida y obra del compositor: “Cuando venga ese día, del postrer homenaje al maestro, será oportuno colocar el busto de “Champ” en medio del parque Francisco I. Madero. La glorieta en que se asiente el pedestal se llamará “de Campódonico”. La iniciativa contaría con la autorización de las autoridades y su construcción sería financiada por el propio Bojórquez así como por otros distinguidos hermosillenses. El busto sería realizado por el escultor Ignacio Asúnsolo, el cual fue colocado sobre un pedestal y éste a su vez sobre una glorieta escalonada construída con cantera roja, siendo la obra inaugurada en 1940. La ubicación del busto estaba debidamente justificada al ser en este parque donde la Banda del Estado fundada y dirigida por Campódonico amenizaba las tardes dominicales en un kiosko ubicado en el Parque Madero.  

En 1979 la glorieta y el pedestal fueron demolidos, mientras que el busto llegó a ser instalado en una pequeña plaza ubicada en la esquina de la avenida Rosales y calle Serdán, a un costado del edificio del Banco de México. Permaneciendo desde entonces en esta ubicación, la cual no tiene relación alguna con la vida o la obra del artista. Esta plaza se encuentra relativamente marginada, siendo poco transitada por peatones, por lo que el busto en esta ubicación no tiene un impacto significativo. Adicionalmente, corre el riesgo de ser nuevamente reubicado, ya que el gobierno del estado ha anunciado recientemente la demolición del edificio del Banco de México. De hacerse realidad su demolición, el busto de Campodónico requerirá de un nuevo espacio para ser reubicado.

Se propone ante ello regresar el busto de Campódonico a su ubicacion original, el Parque Madero, lugar en donde fue inaugurada la obra y en donde por décadas llegó a permanecer. Es oportuno señalar que se trata de la única obra erigida en México para rendir homenaje a Rodolfo Campódonico, justificando con ello su reubicación a un espacio más estratégico que contribuya a dignificar la vida y obra del reconocido compositor hermosillense. Se propone aquí instalar el busto en la plaza circular que tiene en su centro un kiosko; esta ubicación tendría un significado simbólico, emulando el kiosko donde el compositor amenizaba junto con la Banda del Estado las tardes dominicales. La reubicación del busto de Campódonico en esta plaza pudiera ser aprovechada por el Instituto Municipal de Arte y Cultura para fomentar, promover y difundir la música de Rodolfo Campódonico y la de otros grandes compositores de Sonora así como la de las grandes orquestas sonorenses. Se propone a continuación la implementación de las siguientes acciones y actividades complementarias:

  1. Bautizar esta plaza con el nombre “de Campodónico”. 
  2. Instalar junto al busto una señalización histórica que reseñe la vida y obra del compositor. 
  3. Instalar bocinas alrededor de esta plaza con el fin de reproducir diariamente una selección de sus composiciones. 
  4. Poner esta plaza a disposición de músicos instrumentales a través de actividades programadas.  
  5. Realizar un homenaje anual para celebrar el natalicio del compositor. 
  6. Desarrollar un programa de presentaciones artísticas a realizarse durante la celebración de las Fiestas del Pitic. 
  7. Contratar a la Orquesta Típica de Sonora así como a otras agrupaciones instrumentales (sin voz) con el fin de amenizar los fines de semana.

La contratación de estas agrupaciones musicales por todo un año representaría tan solo un porcentaje de los recursos destinados a la realización de conciertos masivos durante las Fiestas del Pitic, los cuales tienen una duración de unas cuantas horas. Este recurso representaría a cambio un estímulo económico para músicos locales, quienes contribuirían a promover la música tradicional sonorense y a generar una derrama económica significativa para los negocios establecidos alrededor del Parque Madero. Ejemplos similares existen en otras ciudades del país, como es el caso del Parque de la Marimba ubicado en el centro de Túxtla Gutiérrez, el cual se ha convertido en el principal atractivo turístico de esta ciudad. Otro ejemplo es la Plaza de Armas de la ciudad de Veracruz en donde agrupaciones musicales amenizan y promueven a su vez los géneros musicales característicos de la región, la música jarocha y el danzón. La implementación de estas acciones y actividades contribuiría a hacer del Parque Madero un espacio artístico y cultural en beneficio de los hermosillenses y en uno de los principales atractivos turísticos de nuestra ciudad.

El vitral de la Casa de Pueblo

En 1933, el pintor Fermín Revueltas sería comisionado por Juan de Dios Bojórquez para diseñar un proyecto vitral con el fin de ser instalado en la fachada principal de la Casa del Pueblo; un complejo deportivo anexo al Parque Madero que abriría sus puertas al público en septiembre de 1934. El vitral sería instalado para ser apreciado desde el interior del auditorio o salón de actos, el cual sirvió por varias décadas como sede del Partido Nacional Revolucionario, el PNR. Con la instalación del vitral se buscaba alcanzar un objetivo específico, recordar a sus militantes los ideales sociales de la Revolución Mexicana, sin embargo, al ser instalado en la fachada principal podía ser apreciado por todos los hermosillenses.

El vitral de la Casa del Pueblo se trata en realidad de un conjunto de seis vitrales, cada uno con una temática diferente pero que al unirse forman a su vez una temática más amplia, la cual es resumida en una frase inserta en el último de los vitrales: ¡Viva la Revolución Social! Se trata del único proyecto vitral diseñado por Fermín Revueltas que hace alusión a la Revolución Mexicana. La temática del vitral tiene un significado especial para Sonora ya que algunos de los personajes representados en él se tratan de los mineros huelguistas de Cananea, quienes son considerados como los precursores tanto del movimiento obrero mexicano como de la Revolución Mexicana. Por su temática, belleza y composición este vitral llegó a ocupar el cuarto lugar de todos los vitrales del mundo, en un ejercicio realizado en 1943 por el experto vitralista Orin E. Skinner, director de la American Stained Glass Association.

A pesar de su valor artístico el vitral no llegó a ser reubicado en una institución pública cuando la Casa del Pueblo y sus instalaciones fueron demolidas en 1972; desconociéndose desde entonces si fue destruído con la demolición o terminó decorando la residencia de un influyente político de la época. En la hemeroteca de la Universidad de Sonora se encuentran decenas de artículos periodísticos que expresan la indignación de los hermosillenses por su presunta privatización. Por lo que la instalación de este vitral en el Parque Madero significaría para muchos hermosillenses un acto reinvidincativo, una forma de resarcir el atentado cometido a nuestro patrimonio. Tenga la seguridad que los hermosillenses recordaremos que fue en su administración cuando el vitral de la Casa del Pueblo volvió a ser instalado en el Parque Madero, a tan sólo unos metros de su ubicación original. 

La desaparición del vitral original más que representar una limitante se presenta como una oportunidad, ya que permitiría la instalación de la réplica del vitral en un espacio exterior. Casa Montaña cuenta con bocetos y fotografías que hacen posible su reconstrucción y su propietario se ha ofrecido a brindar la asesoría técnica necesaria para proteger y conservar la obra. Se propone a la presente administración municipal la construcción de una réplica de este vitral para ser instalado en el Parque Madero, el cual tendría un costo de $499,850 pesos. Este monto podría ser financiado total o parcialmente por empresas locales, las cuales no sólo se beneficiarían por medio de deducciones fiscales sino también a través de una campaña publicitaria prácticamente gratuita, ya que la reubicación de esta obra tendría un impacto mediático significativo.

La reubicación del vitral de la Casa del Pueblo representaría un rescate del patrimonio artístico y cultural de México al tratarse del primer proyecto vitral diseñado por Fermín Revueltas en ser instalado en una institución pública, el único de sus vitrales con una temática alusiva a la Revolución Mexicana y el único de sus vitrales que se encuentra desaparecido. El resto de los vitrales de Revueltas han sido revalorados, restaurados y resguardados en diferentes espacios públicos siendo catalogados como patrimonio artístico y cultural de la nación. 

A diferencia de su obra vitral, la obra mural de Revueltas ha sido prácticamente destruída. Su mural Alegoría de la Producción (1934) que se encontraba en un edificio abandonado sería reubicado al Centro de las Artes de Monterrey, convirtiéndose en la obra más relevante de este museo. La reinstalación de una réplica del vitral de la Casa del Pueblo no solo representaría un rescate de similares proporciones, sino que se lograría con ello dotar al Parque Madero de dos obras monumentales diseñadas por Revueltas; siendo el Terrón de Azúcar la segunda de ellas. No se trata de dos obras más en el amplio portafolio del artista sino de su primer proyecto vitral y del único monumento diseñados por Revueltas. Esto contribuiría significativamente a convertir el Parque Madero en un espacio artístico y cultural y a la ciudad de Hermosillo en la única ciudad de México con dos obras monumentales de Fermín Revueltas.

Se propone la instalación del vitral sobre un muro construído sobre una estructura escalonada; algo similar a la estructura del Terrón de Azúcar; proponiéndose su instalación sobre la calle que separa el Parque Madero del Parque Infantil, a escasos metros de donde se ubicaba el vitral originalmente. Esta ubicación haría que la calzada que atraviesa el Parque Madero comunique las dos obras diseñadas por Fermín Revueltas. Si bien se requeriría cambiar el uso de suelo con el fin de hacer de esta calle un espacio exclusivamente peatonal, esto representaría una expansion significativa del Parque Madero.

La instalación de este vitral podría ser aprovechada por el Instituto Municipal de Cultura y Arte para montar exposiciones alrededor de la obra así como para ofrecer talleres de dibujo y pintura al aire libre. Fermín Revueltas estaría satisfecho que una de sus obras monumentales sirviera a ese propósito, al ser uno de los principales promotores del movimiento pictórico de las Escuelas de Pintura al Aire Libre (EPAL) que se establecieron en México con el objetivo de ofrecer una educación artística alternativa, centrada en el estudio de la naturaleza y accesible para los sectores populares de la sociedad. La instalación del vitral en un espacio exterior dentro de un parque representaría un homenaje simbólico a la obra educativa de Fermín Revueltas y de otros grandes artistas mexicanos que formaron parte de ese movimiento pictórico, dotando con ello de una mayor relevancia nacional a esta obra. 

La reubicación del vitral de la Casa del Pueblo y del busto de Rodolfo Campódico al Parque Madero representaría una acción trascendental en relación al rescate del patrimonio artístico y cultural de Hermosillo. Urgen mayores recursos dirigidos a rescatar y conservar nuestro patrimonio cultural así como a la difusión de la historia de nuestra ciudad. Es por ello oportuno reiterarle que la reubicación de ambas obras y la implementación de las acciones y actividades aquí propuestas representaría una inversión relativamente modesta en comparación con el impacto que estas obras pudieran generar en beneficio de los hermosillenses. Por lo que su interés y voluntad política es lo único que se requiere para hacer realidad esta propuesta. Sin más por el momento me despido agradeciéndole por tomarse el tiempo para dar lectura a este documento. 

David Jacobo Calles Montaño

 

 



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Sobre el autor

Jacobo Calles Montaño (Hermosillo, 1982) es promotor cultural, historiador por la UNISON y Maestro en Estudios Internacionales por la Simon Fraser de Vancouver.

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