«La gente nos apunta con el dedo, pero qué nos importa, yo de eso nada escucho»

«La gente nos apunta con el dedo, pero qué nos importa, yo de eso nada escucho»
Saltó del más arrugado y alto mezquite, en el aire aún iba dormida. Y como sólo tenía un alita por más que aleteaba el suelo se le iba acercando muy de prisa. Había nacido para ser cómplice de las alturas y de un canto que poco gustaba. En la gravedad de un viaje con destino …
Televisor en primer plano, WC al fondo. Simbiosis cotidiana.