Hermosillo, Sonora, México.-
El reciente gobierno de Claudia Sheinbaum, presidenta de México, presentó el paquete presupuestal para el próximo año con algunas “sorpresas”. Entrecomillo sorpresas debido que, en la opinión pública, sobre todo del llamado círculo rojo, se preveía algunas recortes para evitar un mayor déficit. Fue el pasado 15 de noviembre que el Secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O., entregó el plan presupuestal 2025 al presidente del senado Gerardo Fernández Noroña. En la mañanera del 20 de noviembre, la presidente Sheinbaum explicaba que la disminución presupuestal a varias dependencias y secretarias era así porque, por ejemplo, para el caso de CONAGUA, ya se habían cerrado varias megaobras del sexenio pasado, y que, por ello, se reflejaba una visible disminución.
El tema del dinero, estimados/as lectores/as, siempre es fundamental para el caso de las acciones que se esperan implementar, sobre todo, ante la amplia gama de compromisos anunciados en campaña por parte de la hoy presidenta. Uno de ellos es la ansiada respuesta a la demanda histórica de las comunidades y familias jornaleras agrícolas migrantes y asentadas. Cientos de miles de personas jornaleras laboran día a día en los distintas unidades de producción como los campos, ranchos agrícolas y viñedos; lo hacen en condiciones de desprotección y pauperización laboral. Claudia Sheinbaum anunció en el zócalo de la ciudad de México tras su toma de protesta como presidenta una atención especial a la población jornalera y sobre todo, a las mujeres jornaleras. Pues bien, el paquete presupuestal del 2025 no contempla un rubro para instrumentar e implementar tales acciones salvo la referencia al área rural. El presupuesto presentado para las zonas rurales, según Ernesto Perea, fue de 452.2 mil millones de pesos (mdp), básicamente destinado a la producción (fertilizantes, precios de garantías, producción para el bienestar), programas prioritarios (adulto mayor, sembrando vida, acceso a leche, y otros), salud (seguridad social cañeros), infraestructura y educación (instituciones educativas de corte rural).
Se antoja poco creíble que las promesas se erosionen
En el entendido, dicho por la propia presidenta, que el próximo año se desarrollaran las propuestas de los proyectos estratégicos, se puede prever que el programa nacional de cuidados y de un eventual programa nacional para jornaleros/as agrícolas se concretice para el 2026. Se antoja poco creíble que las promesas se erosionen, y en el mejor de los casos se desdibujen, y no por simple creencia o fe, sino porque fueron reiterados los anuncios de la candidata y presidenta Sheinbaum sobre su preocupación por la población jornalera, y sobre todo ante la realidad estrujante que varias instancias y académicos/as han documentado. Claro está que se puede aplicar la frase “del dicho al hecho hay mucho trecho”, todo dependerá de varios factores y no solo de la voluntad política; por ejemplo, será fundamental el cuerpo de asesores/as y la concurrencia de las distintas instancias gubernamentales para tales fines; y no menor será el crecimiento económico en medio del contexto internacional de inestabilidad política por los conflictos interregionales.
Sin lugar a duda continúa la deuda histórica del estado mexicano
Sin lugar a duda continúa la deuda histórica del estado mexicano ante la población jornalera agrícola a pesar de los importantes programas que han logrado disminuir el rezago social; el caso de los/as jornaleros/as representa el crisol de múltiples desigualdades y vulnerabilidades pues la migración, el trabajo agrícola, la desprotección laboral, la discriminación racial y de género, entre otros, hacen que sea impostergable acciones concretas hacia esta población. La moneda está en el aire.
Por José Eduardo Calvario Parra
Profesor investigador de El Colegio de Sonora
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