Mujeres y dramas en la reseña fílmica de esta semana

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El melodrama ha de ser parido por mujer, o no será melodrama. Debe, por lo tanto, conservar el sabor de la abnegación de madre, el color del amor apasionado y ese misterioso silencio que acompaña, por igual, a la joven y a la matrona. Y sin dejar de lado grandes pechos y amplias caderas, el melodrama subraya otro tipo de fuerza: el temperamento y el carácter de lo femenino.

 

Pedro Almodóvar lo sabe. El melodrama tiene aroma de mujer. Y es en Julieta, su más reciente película, donde ha confeccionado una de las tramas más notables en su carrera.

 

La filmografía de Almodóvar es una raya en la historia de España. Durante los ochentas y los noventas, Pedro Almodóvar sacudía el polvo del franquismo celebrando la libertad erótica casi siempre en tono de comedia o thriller transgresor: Mujeres al borde de un ataque de nervios (1988), ¡Átame! (1989), Tacones lejanos (1991) y Matador (1986 ) lo explican todo.

 

Al despuntar el nuevo siglo, una etapa introspectiva le traería el reconocimiento definitivo como auteur: Hable con ella (2002), Volver (2006), La mala educación (2004) y, por supuesto, Todo sobre mi madre (1999) que le supone el Oscar en la categoría de Mejor Película Extranjera.

 

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Ahora el célebre director manchego ha tomado como punto de partida tres historias cortas – Destino, Pronto y Silencio – contenidas en Escapada, novela de Alice Munro, Premio Nobel de Literatura en 2013; además, ha decidido dejar de lado su famoso humor irreverente, así como su habitual galería de personajes marginales que siempre coloca en el centro. A cambio de eso, Pedro Almodóvar nos obsequia el mejor guión de su trayectoria y una dirección de arte impecable que por sí misma vale el costo de ver la película.

 

Julieta es un relato nítido y punzante. Es una curva temporal que cubre treinta años en la vida de Julieta Arcos (Emma Suárez, madura y Adriana Ugarte, cuando joven), quien está a punto de viajar a Portugal con su pareja (Dario Grandinetti). Sin embargo, un encuentro fortuito con Beatriz (Michelle Jenner) pondrá su vida de cabeza al recordar que existe un doloroso pasado no resuelto.

 

Almodóvar alcanza la maestría al presentar un correlato, una subtrama plástica que acompaña a toda la película. El valor de los objetos. Desde una tela roja convertida en bata envolvente, o el autorretrato de Lucien Freud pintado, precisamente, en 1985, hasta los libros y los tapices que aparecen en la cinta son cosas que están ahí porque deben estar ahí.

 

Julieta es un psicodrama – un almodrama, según fue bautizado por Vicente Molina Foix – sobre la soledad, el abandono y el dolor que causa borrar al ser amado, eliminarlo de nuestra vida como si jamás hubiera existido.

 

Ante la preeminencia de los close ups a los rostros humanos, se permiten paisajes como contrapunto a la historia. El espacio nevado por donde corre un ciervo en brama, el bosque que cubre al más devastador y siniestro fanatismo y el mar embravecido que eclosionará una verdadera tragedia griega – las continuas referencias a La Odisea no pasan desapercibidas –  son goces cinematográficos, imágenes memorables que forman parte de esta película.

 

La puesta en escena, la dirección de arte, escenografías, vestuario y la música de Julieta nos hacen pensar en Vértigo (Alfred Hitchcock, 1958); el suspenso creado por Almodóvar hacen que la cinta avance a su propio ritmo y nos mantiene en vilo desde la butaca.

 

Pedro Almodóvar ha renunciado al kitsch y nos proyecta un trabajo más profundo y contenido. Todas las madres han sido hijas, y sin embargo pueden perderse; los padres tienen la opción de amarlas o abandonarlas. En ambos casos el dolor y la devastación están latentes.

 

Madre solo hay una. Aunque en este caso hay tres. Son, todas, nuevas chicas Almodóvar. Y si, al final hay un bolero. Uno de Chabela Vargas: Si no te vas. Después de todo este es un film de Pedro Almodóvar.

 

 Julieta (2016). Dirección: Pedro Almodóvar. Guión: Pedro Almodovar, basado en tres historias de Alice Munro. Fotografía: Jean Claude Larrieu. Música: Alberto Iglesias. Con: Emma Suarez, Adriana Ugarte, Priscila Delgado y Daniel Grao.

 

Por Horacio Vidal

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Sobre el autor

Horacio Vidal (Hermosillo, 1964 ) es publicista y crítico de cine. Actualmente participa en Z93 FM, en la emisión Café 93 con una reseña cinematográfica semanal, así como en Stereo100.3 FM, con crítica de cine y recomendación de lectura. En esa misma estación, todos los sábados de 11:00 A.M. a 1:00 P.M., produce y conduce Cinema 100, el único -dicen- programa en la radio comercial en México especializado en la música de cine. Aparece también en ¡Qué gusto!, de Televisa Sonora.

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