Hermosillo, Sonora, México.-

Los dispositivos tecnológicos reconfiguran nuestra percepción del cuerpo y el espacio, transformando al individuo en un ente conectado en un paisaje navegable. A través de medios que transitan entre lo analógico y lo digital, los artistas materializan experiencias de la red: avatares que adquieren volumen, interfaces que mutan en superficies táctiles y espacios virtuales que se condensan en formas físicas. Cuestionan su aparente inmaterialidad, revelando cómo la tecnología moderna modela nuestra corporalidad y nuestra relación con el entorno.

El proyecto funciona como una topografía crítica de nuestra era, donde el museo funge como nodo entre realidades; las piezas actúan como portales que invitan a reconsiderar dónde habitamos cuando parte de nuestra existencia ocurre en servidores remotos. ¿Cómo se transforma la experiencia del espacio cuando recorremos tanto con nuestros cuerpos como con nuestros avatares?

Decía un televisor del año 2005, el cual cuenta con una cámara que graba a 240p, de acuerdo con su dueño Gibrán López, de la carrera de Artes Plásticas. Arriba del televisor se colocó una figura de Hatsune Miku. López mencionó que un Monster color blanco le daría un toque más cool; yo opino que sí. Este fue comprado en un tianguis a bajo costo y la voz que se escuchaba provenía de un disco grabado y colocado en espiral, así que el mensaje se repetirá insæcula sæculorum hasta que desconecten o bajen el volumen a cero.

No me considero periodista, por lo tanto, la siguiente crónica puede transgredir leyes que en el periodismo tradicional son reglas no escritas, así que, sobre aviso, no hay engaño.

El evento técnicamente inició a las 7:30 p.m., pero para muchos de nosotros (personas que estábamos en el museo desde temprano), no.

Octavio Avendaño, director del Museo de Arte de Sonora (Musas), dio un discurso donde hizo referencia al ángel de la historia de Walter Benjamin. Resaltó que vivimos en tiempos oscuros, pero que, por medio del respeto, la empatía y el amor, podemos reconstruir un mejor futuro. —El museo funge como lugar para mirar lo perdido y reconstruir el futuro—, con esa frase cerró fuertemente Avendaño. La gran mayoría de las personas que hablaron dieron unas cuantas frases improvisadas y dichas con nerviosismo; realmente solo recuerdo el —los amo— por parte de Augusto, aunado al —Gracias Yahvé por este día y por reunirnos—.

Un amplio grupo de gente se reunió fuera, entre fotógrafos, familiares y consumidores de arte. Yo me encontraba dentro de ese grupo, tecleando rápidamente, a falta de libreta, el boceto de esta crónica.

A pesar de la distancia, pude observar los ojos vidriosos de Augusto Basurto Jacob, nombre artístico de César Cárdenas, exmúsico punk de la banda local El rey ha muerto, ahora convertido en cristiano renacido. Nombró su obra Lengvadefuego, haciendo referencia a Hechos 2:3-7, donde la manifestación del Espíritu Santo se hace por medio de lenguas que les permite a los apóstoles hablar otros idiomas.

A las 7:46 p.m. tuvimos la oportunidad de entrar de vuelta, ya que la directora del ISC, Aldaco Encinas, pidió la hora al público, a lo que un señor decidió gritar a todo pulmón.

A las 7:50 p.m. dio inicio la exposición de Marlen Loss. Los souvenirs que estaban fuera de su sala consistían en una fotografía de una pintura de la artista y un mapa de actividades que se realizarán en mayo; estos se acabaron en aproximadamente cuatro minutos. Ella lucía un vestido negro de noche, lo cual la hacía parecer una actriz de cine Noir de los años cincuenta. Octavio la acompañaba y hablaban cosas seguramente interesantes, pero debido a los flashes de las cámaras y las personas alrededor emitiendo ruidos, no podía escuchar nada. Mis ojos no soportaron tantos destellos de luz y decidí salir de ahí. Sé que su obra se inspira en la cosmogonía del pueblo Comca’ac, en como ellos encuentran a dios a través de la naturaleza. (*) 1

Pasé a la sala dedicada a Benjamín Coria. Luna Mariana fungía como mediadora de la sala, junto a un hombre de la tercera edad que parecía ser experto en la obra del artista. Tristemente, no lo pude entrevistar debido a la pequeña multitud de ocho personas que había a su alrededor. Mucho menos visitada, pero con un fuerte interés por parte de los espectadores de la tercera edad. Sé que su obra fue influenciada por la teosofía, que fue becado por Porfirio Díaz, pintó aviones ingleses de combate durante la Primera Guerra Mundial y fue amigo de Diego Rivera y Amedeo Modigliani.

Fotografía de Arantxa Victoria
Fotografía de Arantxa Victoria a un cuadro de Benjamín Coria

Después pude realizar una microentrevista a Karen Robnú, líder del grupo de artistas llamado @puntoderuni0n, quienes crearon este colectivo en diciembre del 2024. Realizan un estudio de la cultura sonorense a través de una perspectiva joven, a su vez que tienen una gran influencia de la cultura digital. Tuvieron dos días para realizar la instalación; planean espectáculos de drag Queens para el mes del orgullo y performances. Los nombres de los artistas son: Linda Cons, Ofelia Ramírez, Osman Valdez, Rebeca Rubalcaba, Pablo Carillo, Héctor Buitrón y Ale3D.

Debido al microespacio, la gran mayoría prefería pasar de soslayo. Tengo que admitir que la exposición era realmente pequeña, pero atraía a una gran cantidad de jóvenes bohemios/alternativos que probablemente son compañeros/amigos de carrera de los antes nombrados. (*) 2

La sensación del evento fue Augusto Basurto Jacob. Una larga fila se acumuló afuera; tal vez el hecho de no permitir entrada hasta las 8:00 p.m. generó un aura seductora. El no poder entrar de inicio genera expectativa. Entrar ahí era casi imposible; a pesar de mi delgadez, no me pude colar. Poca falta me hizo ya que tuve acceso anticipado a la obra, mas no entendí un carajo. Tuve que recurrir a la ayuda de un experto en arte, Alejandro Contreras, para entender de qué va. Menciona que es una experiencia religiosa, un espacio de meditación plagado de sonidos de vegetación y animales, aunado de ritmos oníricos que se elevan poco a poco, simulando un trance espiritual.

Obra de Augusto en fotografía de Arantxa Victoria

La moda preferente del evento, por parte de los jóvenes, son gafas de plástico gruesas, pantalones de mezclilla baggy, tenis de preferencia marca Adidas estilo Samba, mullet cut y bigote de cantante de Red Hot Chili Peppers. En mujeres jóvenes, el maquillaje cargado con tintes góticos predominó la noche; los shorts estilizados abundan en la juventud y no los culpo, el clima no es lo suficientemente fresco. Los abuelos vestían de manera extremadamente elegante; tal vez sea reminiscencia de una época con más clase o realmente deseaban asistir al evento. (*) 3

Hablando de clima fresco, como una invasión de termitas en un mueble o una carie dental, la palabra «calor» se iba filtrando en las conversaciones ajenas que podía escuchar debido a la cercanía que generan las inauguraciones en museos o eventos en estadios de béisbol o básquetbol.

—¿Estará prendido el aire? —

—Está fresquecito acá afuera—

—¿Me puedes traer una botella de agua, por favor? —

Se repetían estas frases con ligeras variaciones. Las puertas del patio interior del museo se abrieron para que las personas tuvieran tiempo de refresco, estiramiento de pies y descanso visual. (*) 4

Una gran cantidad de periodistas de verdad, de los que portan chalecos con su nombre, se acumulaban a lo largo del museo y me pregunté: ¿qué tanta diferencia habrá entre mi trabajo y el suyo si visitamos las mismas galerías y observamos a las mismas personas?

A las 9:20 p.m. di por concluida mi titánica misión, más la fiesta seguiría por un rato más, probablemente fuera del museo, pero eso ya no compete a esta crónica concluida.

(*) 1 El número de cámaras profesionales rebasaba el promedio observable en la calle o fiestas. Arantxa se encargó de la fotografía por parte del museo; portaba una cámara con un lente extremadamente grande y, por lo tanto, asumo que es una buena cámara y que Arantxa es buena fotógrafa.

(*) 2 Nadie parecía ponerle atención a los videos que se mostraban hacia afuera como parte de la expo, salvo el guardia de seguridad que seguro tomaba un descanso con un cigarro en la mano. Consistían en videos reproducidos en espiral que contenían elementos de la cultura de masas de los años 90 y 2000.

(*) 3 Los outfits más llamativos fueron: un joven con sombrero vaquero y camisa estilo Versace, una niña con tiara, varita mágica y vestido de princesa que viajaba en los brazos de su padre, y una chica con falda semi larga, semi corta, color azul marino.

(*) 4 El clima no era el más adecuado en las salas, pero el calor no era lo suficientemente fuerte como para volver imposible la contemplación de las obras.

P.D. El evento fue gratis, por cierto. La bota derecha me causó incomodidad durante todo el día y esperaba mucho más caos del que pude observar.

Teto de Jean Emmanuel Baltazar

Fotografías de Beto Robles, salvo las de Arantxa Victoria, indicadas en pie de foto



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Sobre el autor

Nacido en Hermosillo, actualmente estudia la licenciatura en Literaturas Hispánicas en la Universidad de Sonora. Le gustan los gatos y es alérgico al aguacate.

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2 Comentarios

  1. Me gustó la crónica y el estilo certero pero desenfadado, que lo hace más interesante al ser una charla directa sin más compromisos que el de ponerme en el lugar, cómo si hubiera estado ahi.
    Esperemos que continúen esas letras. Gracias por compartir.

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