Con el advenimiento de una nueva efeméride gay (o LGBT o LGBTTTI, como quieran ponerle), por aquello de la Marcha y el Mes del Orgullo Gay, que en Hermosillo tendrá su climax el día de mañana, he conocido otras formas de celebrar sin celebrar: disidentes sexuales que estiman innecesario visibilizar su lucha cotidiana en una caravana callejera. Otros opinan que el activismo es harto importante (véase la entrevista a Guillermo Núñez en este mismo portal) y bueno, cada quien sabrá cómo librar su batalla.

De entre estas voces discrepantes, he escuchado críticas al hecho de etiquetar «gay friendly» a un bar o a un antro. «Ni que fuéramos gallinas para estarnos clasificando», me dijo irritada una dama atrapada en cuerpo de varón. Como es bien sabido, más allá de letreros y de frases hechas la realidad siempre termina por imponerse. Y qué bueno. De eso dimos fe no ha mucho en conocida cantinucha de la localidad.

Esa noche, felizmente y una vez más, cohabitamos straights y homosexuales. Tomamos de la misma cahuama, compartimos la pista de baile y tal vez -sólo tal vez- golpeamos nuestras nalgas contra las de la chica de mirada felina, que a decir de un compañero de mesa eran las mejores de la noche, «así estén retacadas de silicón».

Alguien más -seguimos en la misma mesa- se animó con la cámara no sin antes espetar: Quedarían al chingazo en Crónica Sonora. Cómo no, reviró el interpelado. Y aquí está el resultado, señoras y señores. Juzgue usted si hace falta leer un luminoso allá afuera para desparramar el amor y el deseo que a veces nos desbordan.

Texto de Benjamín Alonso

Fotografía de Garnica / Crónica Sonora / Norte Photo

Club Obregon ** ©Foto:J J Olivares/NortePhoto.com

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Sobre el autor

Premio Nacional de Periodismo 2007. Director de Crónica Sonora. Escríbele a cronicasonora@gmail.com

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8 Comentarios

  1. Si fuera editora, ya estaría proyectando un libro con las crónicas fotográficas de Crónica Sonora, una rica narrativa visual enmarcada en un texto introductorio contundente. Felicidades y gracias!

    1. Se llama CLUB OBREGÓN.
      No das un quinto por el si pasas de día…apesta a puros orines. En la noche se convierte en el emisor de la mejor música 😉😉😉. Una noche caminando mi esposo y yo cerca del lugar…nos atrajo la música…pregunté al vigilante que tipo de club era y me dijo «pues uno normal…entre a ver»…entramos vimos nos sentamos nos quedamos nos emborrachamos con cahuamas y nos divertimos como nunca…tienes que ir para sentir lo especialmente increíble del lugar😉😉😉

  2. Me da mucho gusto esta crónica soy transexual pero vivo mi vida como toda una mujer e impongo por mi educación y respeto a que la gente me quiera y respete.
    Me da gusto que tengamos lugares a donde si podemos entrar sin discriminación y me enorgullese que la gente que ay nos rodea nos vean como unas artistas del glamour y me gustaría que publicarán mi comentario soy Emy Romero

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