Que a Heinrich Karl (más conocido como “Henry Charles”) Bukowski le atraían los aspectos sórdidos y quebradizos de la condición humana no debería extrañarle a nadie, aunque no todos saben o recuerdan que el maestro del realismo sucio fue un melómano compulsivo que admiraba el arte de Mahler, Brahms, Stravinski, Mozart, Beethoven, Strauss, Shostakovich y …
