Me llama la atención que he perdido la capacidad de discriminar a priori a muchos opinadores, teóricos y comunicadores. Muchas veces leo algo que me parece bestialmente idiota, y al enterarme de quién lo escribió, noto que es una vaca sagrada—o ensangronada—. Leí algo de Muricio Merino, una vez, y antes de saber quién era …
![](https://i0.wp.com/www.cronicasonora.com/wp-content/uploads/2017/11/ra.jpg?resize=600%2C337&ssl=1)