El hombre paloma agitaba su cabeza y aleteaba los brazos. ―¡Miren mis alas, soy un ave! Nadie supo y nadie sabe de dónde vino aquel palomo, sólo que un día apareció intentando volar, dando saltos aquí y allá, cantando y picoteando entre la hierba de la plaza, tapizada de azaleas y orquídeas como una corona …
![](https://i0.wp.com/www.cronicasonora.com/wp-content/uploads/2018/09/41871707_301221637326944_7501877667772235776_n.jpg?resize=780%2C450&ssl=1)