«Garra de hierro» es el tercer largometraje del director estadounidense Sean Durkin, a quien podemos recordar por «Martha Marcy May Marlene» en su debut como cineasta en el 2011. En esta ocasión, Durkin nos sumerge en la historia real de la familia Von Erich, una dinastía de luchadores de renombre en el mundo de la lucha libre profesional durante las décadas de 1970 y 1980. La película, ambientada en el corazón de Texas, se adentra en las complejidades de la masculinidad y la presión de mantener un legado en un deporte conocido por su teatralidad y competencia feroz.
La trama se desarrolla en torno a Fritz Von Erich (Holt McCallany, Bill Tench en la serie «Mindhunter»), el patriarca de la familia y fundador de la dinastía, y sus hijos Kevin (Zac Efron), David (Harris Dickinson), Kerry (Jeremy Allen White, «Carmy» de la serie «El Oso») y Mike (Stanley Simons). Con un guion bien armado, se muestra cómo cada uno de los hijos de Fritz enfrenta las expectativas de su padre y lucha por encontrar su identidad en un mundo marcado por la violencia, la competencia y la tragedia. La película destaca la influencia dominante de Fritz sobre sus hijos, inculcando una visión de la masculinidad expresada en la fuerza física, el éxito deportivo y el dominio emocional.
Esta representación de la masculinidad se ve reflejada en la forma en que los hijos de Fritz, se esfuerzan por cumplir los sueños frustrados de su padre mientras luchan por reconciliar sus propios deseos y emociones. Uno de los temas principales que aborda la película es la llamada «maldición Von Erich», que se refiere a las numerosas tragedias que afectaron a la familia, incluidas las muertes prematuras de varios de sus hijos. A través de la narrativa, se cuestiona si estas tragedias son el resultado de una verdadera maldición o si son resultado de las expectativas poco realistas y la presión impuesta por Fritz a sus hijos.
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La historia explora, también, los lazos de la familia Von Erich, haciendo hincapié en las complejidades de sus relaciones mientras luchan por mantenerse unidos en medio de la adversidad. El elenco ofrece interpretaciones sólidas y convincentes, destacando especialmente el trabajo de Zac Efron como Kevin Von Erich, el hijo mayor que busca labrar su propio camino en un mundo dominado por la influencia de su padre. Efron, en un claro compromiso actoral, muestra una notable transformación física y emocional con un personaje que transmite conflictividad interna y vulnerabilidad de manera auténtica y conmovedora.
«Garra de hierro» es más que una película sobre lucha libre; es un relato profundo sobre la naturaleza humana y la resiliencia en tiempos difíciles. Sean Durkin nos ofrece una mirada profunda a la historia de los Von Erich, recordándonos que, más allá de los éxitos (en el cuadrilátero, para efectos de esta cinta), lo que realmente importa es la conexión y la aceptación de nuestra humanidad compartida. En resumen, una película que cautivará a los espectadores, tanto aficionados a la lucha libre como aquellos interesados en historias universales de amor, pérdida y redención.
Considero, y esta es solo la opinión de quien esto escribe, que esta película fácilmente pudo haber reemplazado a la engañosa y condescendiente «Maestro» en la terna a mejor película en los premios Oscar. Ni hablar de Zack Efron que, para mi gusto, hizo un mejor trabajo que Bradley Cooper, también en «Maestro». Pero bueno, yo no soy quien decide… Actualmente en cartelera, no dejen de verla…