Benjamín Alonso RascónEsta mañana de jueves rodaba plácidamente en mi carro yendo de poniente a oriente sobre Avenida Doctor Paliza. Escuchaba al Francisco Verú en su atinado personaje de El Tata y cavilaba yo sobre la afortunada combinación de noticias y buen humor cuando al arribar al cruce con la calle Marsella ¡pácatelas! la imagen de arriba: un auto volcado, otro chocado, la ambulancia a un lado, el Cerro de la Campana como fondo y una patrulla de Tránsito Municipal que no sale a cuadro.
Como tampoco sale a cuadro la niña que era transportada a la escuela cuando sobrevino la colisión. El fotógrafo pudo disparar cuando la pequeña pasaba frente al lente pero algo se lo impidió. Qué bueno y qué bueno que no hubo heridos graves, a decir del oficial de la patrulla invisible. Precisamente la infante caminaba por su propio pie, si bien se le veía aturdida y la tomaban por las manos dos adultos, quizá uno de ellos su madre, quizá la conductora y paren ai’.
No hace ni dos días le comentaba a un par de amigos que las calles de Hermosillo se están volviendo insoportables. Si vas al centro no encuentras estacionamiento, si vas por una vía rápida en horas pico adiós vía rápida. No pocas doñas he visto que te avientan el vehículo porque les urge tirar a sus nietos en el colegio. Por supuesto, los varones somos unos cafres y a la menor provocación pasamos el semáforo en ámbar-rojo, damos vuelta en u donde no, no hacemos alto o hacemos como que hacemos. Andamos mal.
Será interesante… qué digo interesante y que digo será. ¡Es urgente ver aplicada la nueva política de ordenamiento territorial que supongo trae bajo el brazo la administración de Manuel Ignacio Acosta! Lo mismo en el caso del gobierno estatal, que buena injerencia tendrá en los asuntos de la capital sonorense.
Por lo pronto: Buenos días, Hermosillo.
Texto y Fotografías por Benjamín Alonso Rascón
Buena reflexión Benji, a la lista de problemas viales que haces le falta mucho, sobre todo el de las calles hechas pedazos por las lluvias y por la falta de mantenimiento que nos deben la suspensión del carro a ver quien nos la paga.
Cierto, Abraham. El problema de los cráteres que se hacen pasar por baches está peor que nunca. No recuerdo haber vivido algo así en nuestro rancho. ¿Servirá «demandar a la ciudad» como hacen los gringos? I don’t think so, revirará algún avispado.