Desde que comencé con la práctica del dibujo, siempre he reflexionado sobre su papel en la era digital y su utilidad a través del tiempo como medio de información y divulgación. Ya sea un ideal romántico, o una defensa ante el embate de la tecnología, la documentación de sucesos a través del dibujo me parece un tema interesante para la reflexión; me imagino y propongo a todos imaginarnos, cómo se hacían las cosas antes de que existiera la tecnología fotográfica.
El papel como soporte, hoy parece, incluso en la práctica artística, algo pasado de moda. Mi cuestión es, en el fondo, comprender que por medio del dibujo no aspiro a retratar la realidad ―al contrario que la fotografía―, sino a interpretarla y apropiármela como dibujante, y así lograr ofrecer una visión y una propuesta.
La artista británica Tacita Dean lucha actualmente en contra de la extinción de las técnicas análogas en el cine frente a los embates de la tecnología. La baja demanda de rollo de película de 16 milímetros ha hecho incosteable su producción, lo cual coloca a los creadores cinematográficos que trabajan en este formato frente a la extinción de su soporte. Sobre su empeño a seguir trabajando en estos formatos “arcaicos”, la artista se posiciona y menciona que no se trata de un capricho sino que tiene que ver con la idea del paso del tiempo y la relación con lo físico.
“¡Qué día tan lindo!”, me ha dicho mi compañera de viaje casi al final de un lunes en el Festival Alfonso Ortiz Tirado 2017. Documentar ese estado de felicidad, lleno de diversión y cultura ha sido el pretexto perfecto para plasmar esta inquietud: vivir el festival en cinco dibujos, imaginándome como una especie de fotoperiodista de antaño, ofreciendo una mirada alternativa y también adoptando una posición en relación con lo físico y aquello que, en primera instancia, no pertenece a la nube.
Por Néstor P.
Néstor, alabo tu sinceridad, pero no creo que sea necesario justificar tu necesidad de retratar tu percepción de la realidad con lápiz y papel, ni tampoco hacer de ello una bandera en un conflicto inexistente de formatos. Cada formato da un sabor diferente al mensaje, y tal como tú dices, hay siempre una PROYECCIÓN del emisor del mensaje (artista), de su manera de captar el hecho retratado. Y ahí siento discrepar contigo: eso sucede en cualquier formato que se use, ya sea papel y lápiz o fotografía.
El ejemplo comparativo de la fotografia/filmografía analógica versus digital me parece simplemente erróneo por lo mismo. Y lo digo sin ánimo de molestar, sino de polemizar en tema que cada día es más polémico. No entiendo a aquellos que buscan construir una competencia inexistente -por ejemplo- entre libros de papel y ebooks. Cada uno tiene su momento, su espacio, sus consumidores y su sabor, como los diferentes tipos de té. Creo que hay espacio para ambos, porque cada uno ofrece una experiencia rica a su manera. El que se limite a las innovaciones culturales simplemente tiene miedo de algo que todavía no conoce.
Un saludo!
Me gustaron mucho tus ilustraciones, todos transmiten algo. Entiendo la reflexión que haces al remitirnos a la época anterior a la digital. Felicidades!
Gracias por sus comentarios son muy alentadores. Efectivamente coincido en que para cada expresión artística existen soportes y formatos adecuados y quiero aclarar que no me encuentro opuesto al uso de formatos digitales (los cuales también utilizo). La reflexión que propongo y en la cual se basa en gran medida mi propuesta artística es la documentación en formatos no tradicionales. He encontrado en el dibujo una forma alternativa de «documentar», la menciono como alternativa considerando que para «documentar» los formatos preferidos son la fotografía, el video, el audio o incluso la escritura. Se trata de una preferencia personal que me provoca emociones las cuales pretendo transmitir, e incidir en el público preguntándoles cómo reaccionan ante un dibujo que documenta un hecho de la vida real, ¿reaccionan de igual manera que ante una fotografía?, ¿cuál sería la diferencia? Quedan abiertas esas preguntas