Recibo con total beneplácito la agradable noticia de que la presidenta municipal electa, licenciada Célida Teresa López Cárdenas, estará tomando posesión dentro de poco tiempo para redireccionar a esta ciudad capital, por cierto una de las más calurosas del norte del país: Hermosillo. Sobre todo porque a la ciudad le urge tener una nueva administración para sacar adelante varios pendientes que desafortunadamente le han heredado administraciones anteriores.
Así mismo, tengo conocimiento de que la ciudadana María Dolores Rodríguez Tepezano está siendo fuertemente apoyada por varios sectores de la sociedad artística-cultural hermosillense para tener a bien dirigir el Instituto Municipal de Cultura y Arte, conocido por sus siglas: IMCA. Ciertamente, María Dolores R. cuenta con una trayectoria probada y el perfil necesario e idóneo para ocupar dicho cargo.
Dicho sea, es evidente el respaldo y el apoyo de varios sectores de la comunidad académica, cultural y social, sólo por citar algunos. Esperemos y se respete la “voluntad popular”, ya que el proyecto que presentará en los días próximos, considero cubre y encaja perfectamente con la visión del licenciado Andrés Manuel López Obrador, próximo presidente de México. Así se estaría creando la sinergia necesaria para fortalecer y reactivar de manera inmediata y por demás exitosa dicho sector (el de la Cultura).
Debo mencionar que Rodríguez Tepezano se ha distinguido por su labor como promotora y gestora cultural, sin dejar de lado uno de los aspectos más importantes, que es el de la administración, desde hace ya varios años. Lo que me lleva a pensar que en materia de arte y cultura existirá el criterio suficiente para iniciar con éxito en la próxima administración municipal.
Además de contar con el espíritu necesario para ostentar dicho cargo, a Rodríguez Tepezano le caracteriza su sensibilidad en relación a los temas culturales, conociendo a fondo las necesidades del gremio artístico y del entramado social.
Por último, siendo oportuno, desconozco si habrá algún otro proyecto que busque la dirección cultural del IMCA. Hasta el momento, no lo conozco. Sin embargo, esta apuesta representa los intereses sociales de nuestra capital y de lo que realmente se necesita para construir acuerdos en beneficio de los sectores artístico y cultural. Confío, además, que sabrá rodearse de los mejores elementos para conformar un gran equipo con personal adecuado e idóneo, gentes pensantes. Es cuánto.
Texto y dibujo por Benjamín Rosales