En pleno regreso al plano estelar de la división de peso completo en el boxeo, gracias a la que es hasta hoy la “Pelea del Año” entre el joven león Anthony Joshua (19-0-0 19 KO’s) y el viejo científico dulce Wladimir Klitschko (64-5-1, 53 KO’s), en Crónica Sonora recordamos la única ocasión en que un monarca de los completos peleó en este estado. Se trata de Jack Johnson, el primer campeón negro de la historia, y su combate en Nogales de 1926 ante Pat Lester en la antigua Plaza de Toros de esa frontera, que fue colmada por soldados del Ejército de Estados Unidos adscritos a bases militares de Tucson, gente de Nogales y turistas de Chihuahua y la Ciudad de México que vieron en vivo al “Viejo Maestro” en lo que fue la última pelea de relevancia para su carrera.
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Este 2 de mayo se cumplieron 90 años de la única pelea que un ex campeón mundial de peso completo haya realizado en territorio sonorense. Se trata de Jack Johnson, el primer monarca afroamericano en la máxima división, quien el 2 de mayo de 1926 trató de revivir su carrera como contendiente al título a los 48 años de edad en la Plaza de Toros de Nogales, Sonora.
Johnson se convirtió en una celebridad a nivel mundial rivalizando con el legendario Babe Ruth a principios del siglo XX.
Le arrebató el título mundial a Tommy Burns en el año 1908, en Sidney, Australia, en un extraño duelo en el que el réferi fue el promotor de Burns y la pelea fue detenida por la policía en el round 14, para dejarla en manos del tercero en el cuadrilátero (Hugh Mcintosh), que para colmo también manejó la tarjeta.
Johnson se casó cuatro veces, sus últimas tres esposas fueron blancas. En esa época el matrimonio interracial en la sociedad conservadora de Estados Unidos era impensable y estaba condenado por la alta clase y los políticos de diversas corrientes en casi todo el país.
Poseedor de un enorme carisma al igual que Muhammad Ali, gozaba ser el centro de la atención, hablar de más ante la prensa, retar a sus rivales frente a la cámara, autopromocionarse y conectar con el público a nivel mundial, en una era donde el boxeo no llegaba a las masas a través de la televisión.
Esa razón le valió para proyectar su carrera en países como Australia, Cuba, Italia, Argentina, España y Canadá incluso después de perder el título en 1915 ante Jess Willard en el round 26 de 45 pactados.
El pleito de Nogales
Con 87 peleas en su haber y a punto de convertirse en un hombre de edad media, muchos se preguntan qué fue lo que trajo a Johnson a Nogales. Su rival Pat Lester, de 24 años en ese entonces, no representaba una gran bolsa económica, y menos lo era pelear en México.
El pleito se concretó en Nogales, Sonora, para complacer a los soldados de Estados Unidos que se encontraban en bases militares de Tucson.
Otra respuesta a la pregunta es que Johnson siempre fue una persona competitiva que tomaba cada pelea, por pequeña que fuera, en función de hacer negocios más grandes en el mediano plazo. Una victoria ante Lester le daba el derecho para proclamar desde México y ante el Ejército de EU que estaba de regreso y que merecía una oportunidad ante el campeón reinante Jack Dempsey.
Para los promotores, uno de ellos Spider Kelly, era más barato hacer el combate ahí e impregnarle un sentido patriótico desde la frontera derrotando a un blanco en plenitud, bien entrenado y musculoso, que le sacaba a Johnson casi 10 centímetros de altura y alcance con ambos brazos.
El hecho de que Lester, originario de Tucson, tenía la mitad de la edad de Johnson y que era el campeón de peso completo del suroeste de Estados Unidos aderezaba el combate. La agencia noticiosa UPS nombró a Lester como “el mejor peso completo en todo el oeste” de los Estados Unidos, una afirmación difícil de creer pero hacía el espectáculo aún más intrigante para el público.
Toda la ruta
A la fecha no existen fotos ni filmes de la pelea, sólo cables escuetos de agencias noticiosas y publicaciones en diarios afroamericanos que dan cuenta del resultado. Una de las mejores crónicas del pleito aparece en la obra Unforgivable Blackness: The Rise and Fall of Jack Johnson, de Geoffrey C. Ward, publicado en el año 2010:
Por una tarde en una plaza de toros en Nogales, México, en Mayo de 1926, parecía que de alguna manera Johnson podría revivir su carrera. Su oponente era Pat Lester, una esperanza blanca nacida en Arizona de 24 años que era presentado junto a Johnson por Spider Kelly, un viejo conocido de Johnson. Lester había ganado 17 peleas alrededor de San Francisco sobre peleadores de poca monta con nombres como Truck Hannah, Bombo Chevalier y Frenchy “El Hombre de Carbón”.
Lester estaba parado sobre él, entonces él se levantaría (y devolvería) todo lo que Lester le lanzó en forma fútil. Johnson fue golpeado sólo tres veces en toda la pelea, golpes en el cuerpo que l-a-s-t-i-m-a-r-o-n. Pero lejos de eso el viejo caballero tuvo un buen momento.
La pelea se fue a 15 rounds. De acuerdo al periodista Tim Bearsdley, Johnson ganó cada uno de ellos. Después de que el referí le levantó la mano, Johnson le pidió al reportero de ringside de Universal Press asegurarse de que él “estaba de regreso en el escenario” y ansioso por pelear con Dempsey “o cualquier otro peso completo”.
Sin embargo, Johnson, ahora de 48 años, tres semanas después de vencer a Lester enfrentó a Bob “El Bearcat de Alabama” Lawson en la Plaza de Toros de Ciudad Juárez, Chihuahua. En esa ocasión fue derribado en el séptimo round y rehusó salir para el octavo, alegando que había recibido una falta. El referí no estuvo de acuerdo y le dio la decisión a su joven rival por la vía del nocaut.
La pelea en Nogales fue el principio del fin para Johnson. Nunca más volvió a completar una pelea de 15 rounds y después de caer ante Lawson hilvanó derrotas ante los desconocidos Battling Norfolk, Brad Simmons, Bearcat Wright y Bill Hartwell.
Johnson se retiró en forma definitiva y penosa en 1931 noqueando en dos rounds a Brad Simmons en Wichita, Kansas, EU. La revista Ring reportó que Johnson “hizo un par de pasos de vudú sobre Brad, quien entonces se cayó. Ambos hombres fueron suspendidos y nunca jamás se les permitió aparecer en un ring en Kansas”.
Nogales representó para Johnson su último momento de gloria y patriotismo, un hecho que queda ahí para el recuerdo en los anales del boxeo mundial.
Se trata de un hecho poco apreciado y subestimado, si bien la parte final de la carrera de Johnson fue muy cuestionable, al menos su exhibición en Nogales fue decorosa y acorde a la jerarquía que “El Gigante de Galveston” impuso durante la parte más relevante de su carrera (1908-1915).
Fugaz aparición de un completo sonorense
El sonorense ex retador mundial de peso completo Manuel “Pulgarcito” Ramos es la única gloria de peso completo que ha dado Sonora hasta el momento. En 1968 Ramos enfrentó a Joe Frazier, quien en 1968 enfrentó a Oscar Bonavena, quien en 1974 enfrentó a Ron Lyle, quien en 1975 enfrentó a Ernie Shavers, quien en 1977 enfrentó a Muhammad Alí…
El “Pulgarcito” se convirtió en el único mexicano que ha disputado un título de peso completo cuando peleó con Frazier en el 24 de junio en el Madison Square Garden.
Ramos llegó como el desfavorecido retado ante “Smokin’ Joe”, pero estuvo cerca de lograr la hazaña cuando sacudió con un durísimo gancho de izquierda que cimbró a Frazier y lo hizo pelear en retroceso, sin embargo el peleador sonorense se vació y sobre el último segundo del episodio sucumbió ante el salvaje, pero preciso castigo al cuerpo que recibió por parte del campeón de los completos.
Y ahí quedó para la historia este instante de Ramos ante un monstruo de la máxima división, que para entonces iniciaba su época de oro en la segunda mitad del siglo XX con el regreso de Alí, luego de cumplir su condena por negarse a ingresar al Ejército de EU para combatir en Vietnam, y además con el inminente debut profesional de George Foreman después de los Juegos Olímpicos de México’ 68.
Ramos vino en caída libre después de su reto ante Frazier y ya no fue el mismo peleador. Terminó en el olvido y en la pobreza de su barrio con marca de 24-29-2, muriendo en Hermosillo el 6 junio de 1999.
Por Jesús Ibarra