This article was written at the University of California at Davis (UCD), located on ancestral Patwin lands.

Ancient wisdom and forms of expression, similar to the winds that disperse seeds and allow new life to birth, have the ability to overcome all physical borders and accompany us to any corner of the earth where we may find ourselves. This is evident, for example, with the Yoemem of Pascua Pueblo, Arizona, USA. Since I was a youth, I have witnessed the deer dance ceremony at this community on several occasions and I can assure you that the saila maso was there, in our presence, on this side of the border, sacrificing itself and nourishing the people’s spirit as it has done since the beginning. The experiences of our peoples are not static; on the contrary, our worlds are fluid and transformative. They know how to travel the crossroads and adapt as necessary, and they still continue to maintain the essence of their roots and purpose.

 

The ancient Mesoamerican Miccāilhuitl has also traversed vast distances over the centuries and amongst the debris of clashing nation states. Last week (October 23rd -30th, 2015), at UC Davis, the diverse student populations – in particular the Mexican-American, Chicana/o, and Latina/o communities – gathered to celebrate the traditions of the Day of the Dead and honor the past generations who set the foundations for those of us who now inhabit this earthly plane. Several student organizations collaborated to offer an array of workshops focused on sharing Mexican culture and information regarding these dates. The student group Yik’al Kuyum presented a sugar skull making workshop; MEChA offered a picture frame class to honor photographs of loved ones; SPEAK hosted a candle decorating event; La Familia taught how to make papel picado; and Danzantes del Alma provided instruction regarding Mexican folkloric dance. The festivities will end on Monday, November 2nd, with a potluck from 8:00-10:00 in the evening. There will also be an open mic available at that time for those who would like to share poetry, share any toughts or sing and perform music.

 

By offering this program that consisted of various creative/educational workshops dedicated to commemorating the Day of the Dead, the student communities at UCD established a sacred space of unity that brought together participants from diverse origins and called forth the voices of the ancestors. In this manner, together we remembered that our grandmothers and grandfathers are always present by our side, at any place and any time, in this odyssey we call life.

 

Text and interior images by Cuauhtémoc Quintero Lule

Cover image by Israel Garnica

 

LA BUENA
Veladora Decoration Workshop

 

 

Sugar Skull Making Workshop
Sugar Skull Making Workshop

 

 

Este artículo fue escrito en la Universidad de California en Davis (UCD), situada en tierra ancestral patwin.

 

Las sabidurías y formas de expresión ancestrales, no muy disimilares al viento que dispersa semillas y permite brotar nueva vida, tienen la capacidad de sobrepasar todo borde material y acompañarnos en cualquier rincón de la tierra en que nos encontremos. Esto se revela, por ejemplo, con los yoemem de Pascua Pueblo en el estado de Arizona, Estados Unidos. Desde niño he presenciado la ceremonia de la danza del venado varias veces en esta comunidad y puedo asegurarles que el saila maso ha estado allí presente con nosotros, en este lado de la frontera, sacrificándose y alimentando al espíritu de la gente como lo ha hecho desde las épocas primordiales. Las experiencias de nuestras gentes no son estáticas; a lo contrario, nuestros mundos son fluidos y transformativos. Saben como atravesar las encrucijadas y adaptarse cuando es necesario, y aun siguen manteniendo la esencia de su raíz y propósito.

 

El antiguo Miccāilhuitl mesoamericano también ha recorrido largas distancias a través de los siglos y frente los choques históricos entre naciones. La semana pasada (23-30 de octubre, 2015), aquí en Davis, las diversas poblaciones de estudiantes – principalmente las comunidades mexicoamericanas, chicanas y latinas – se reunieron para celebrar las tradiciones del Día de los Muertos y para honrar a las generaciones anteriores que sentaron los cimientos para los que ahora habitamos en este plano terrestre. Diferentes organizaciones estudiantiles colaboraron para ofrecer talleres enfocados en compartir cultura mexicana e información sobre el significado de estas fechas. El grupo Yik’al Kuyum presentó un taller de calaveras de azúcar; MEChA ofreció una clase de cuadros para las fotos de los seres queridos; SPEAK patrocinó instrucción sobre cómo decorar veladoras; La Familia instruyó cómo hacer papel picado y el grupo Danzantes del Alma enseñó acerca de la danza folklórica de México. Las festividades concluirán el lunes 2 de noviembre con un potluck de 8:00-10:00 de la noche. También habrá micrófono abierto a esa hora para quienes quieran compartir su poesía o sus pensamientos, sus cantos o su música.

 

Al llevar a cabo este evento que consistió de varios talleres creativos/educacionales en conmemoración del Día de los Muertos, las comunidades estudiantiles de UCD establecieron un espacio sagrado de unificación que atrajo individuos de diversos orígenes y que invocó la voz de los antepasados. Así, juntos recordamos que nuestros abuelos y abuelas siempre están presentes a nuestro lado, en cualquier momento o lugar, en esta odisea que llamamos vida.

 

Texto y fotografías de interiores por Cuauhtémoc Quintero Lule

Fotografía de portada por Israel Garnica

Sobre el autor

Cuauhtémoc Quintero Lule es yaqui de Pascua Pueblo, Arizona y estudiante en el Programa de Doctorado en Native American Studies en la Universidad de California, en Davis. Nació en Palm Springs (Se-khi) en 1989, en tierra cahuilla, bajo la mirada de la gran sierra Avii Hanupach. Sus raíces provienen de Sonora, Sinaloa y Guanajuato.

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