Era lunes mediodía. Caminaba por Garmendia de norte a sur y al virar hacia la Plaza Hidalgo me topo con este par de ases. Después de saludarlos y comentar sobre el clima (amigos antes que objetivos fotográficos) saqué mi pequeña cámara y di click. Fue en octubre de 2012. Hoy Manzanita ya no está -al menos en este plano- y el Charro deambula entre El Ranchito y el centro; sabrá dios si sigue con sus largas, lentas caminatas hasta el Seguro Social.
Dos personajes del Hermosillo profundo. Cuántas historias en su haber.
Por Benjamín Alonso
Una queja técnica: Checa el reloj de tu página web, pues mis comentarios aparecen fechados con «Enero 31» y aqui todavía estamos beviernes 30 de Enero del 2015!
probando, probando… a ver si ya quedó subsanada la falla técnica
Estimado Benji…. Todos los buscadores de repente se topan con tesoros irreconocibles. Es el caso de «El Manzanitas», como le decíamos entre 1960 y 1961, cuando yo cursaba 2do. y tercer año en la Secundaria que en aquel entonces pertenecía a la Universidad de Sonora. En esos años, el Manzanitas, era un chico alto y desgarbado, aparentemente de origen humilde, que se esmeraba en vestir lo mejor posible, peinarse con bastante vaselina, y creo que hasta corbata usaba, lo cual era rarísimo en aquellos tiempos.
El caso es, que era un tipo muy popular por el desmedido asedio al que sometía a nuestras compañeras secundarianas. Lo raro era, que a pesar de su imagen no muy a la moda, se le veia platicar con las chicas mas bonitas de la escuela, y estas de alguna manera le prodigaban su atención, lo cual provocaba una cierta envidia entre los que no eramos tan dados a cortejar a nuestras compañeras.
Después de salir del tercer año, lo perdí de vista, y la única vez que lo volví a encontrar fue por ahi del año 2000, cuando él pasaba apuros para pagar unos pocos de productos en la caja de un supermercado, le pagué la exigua cuenta y le dió mucho gusto.
Me tomó algunos segundos reconocerlo, pero si, era el mismo, el famoso Manzanitas, terror de las chicas secundarianas!
Vestía en el mismo estilo, con ropas ya muy usadas, pero tratando de parecer elegante. No me reconoció (yo no era tan popular) pero seguía siendo el mismo: como que padecía algún ligero autismo, y no alcanzaba a hilar una plática completa, pero de repente le salía una que otra idea interesante, que revelaba que no era precisamente un paciente psicótico, sino que en el fondo poseía ciertos atisbos de genialidad.
Nunca le conocí amigos, ni hacía chorcha con los demas. Tampoco supe si había continuado estudiando, pero por su aspecto se podía entender que la fortuna no le había sonreido mucho.
En fin, este personaje me parece muy interesante, pues a pesar de ser un tanto extraño, logró superar las adversidades y mantenerse fiel a sus pensamientos ¡por mas de sesenta años!
Se me olvidaba mencionar que le decían el manzanitas porque era de tez muy blanca y tenía unos pomulos muy rosados, que parecían un par de manzanitas..:!
Usted lo ha dicho, Don Eugenio: los buscadores nos encontramos con tesoros irreconocibles y su comentario es uno de ellos. El testimonio que nos ha regalado constituye un documento de gran valía para acercarnos al personaje que ha estado en boca de todos pero sólo desde la superficie. Mire que soy vago y mire que departí bastantes ocasiones con el Manzanitas (qué buena comida hace tu mamá, me espetó alguna vez) y nunca había topado un testimonio tan bueno como el suyo, el cual agradezco profundamente pues engalana este incipiente medio de comunicación que he bautizado como Crónica Sonora. Ofrezco una disculpa sincera por no haber plasmado mi sentir hasta el día de hoy.
Sólo agregaré que es cierto, tengo la certeza que Manzanita se mantuvo fiel a sus pensamientos hasta el último de sus días… No me pregunten cómo lo sé. Quizá mera intuición al ver y volver a esa mirada que capturé un mediodía de octubre en la Plaza Hidalgo acompañado de El Charro Negro. ¿Lo conoces?, osé preguntar a uno de ellos. Bah, desde los tiempos del billar sabequé, obtuve por respuesta. Luego se sentó Don Abel junto a Don Miguel, vino un silencio y de pronto los descubí mirando a la nostalgia… Click
El Manzanitas fue un personaje de los años 70s que vivia por la Calle Dr. Eduardo Lever entre Naranjo Y Reyes, en la Colonia Balderrama. y nunca dejo su forma de vestir de etiqueta y tenia una hermana a la cual tambien le deciamos la Manzanitas.
Nunca supe su nombre, aunque eramos de la misma colonia
pero sin duda fue un personaje del Hermosillo de entonces QEPD