“Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”
Augusto Monterroso
Ahora el tema es el llevado y traído regreso a la normalidad. Para los gobiernos todo es muy sencillo, por la emergencia sanitaria nos dijeron #QuédateEnCasa, pero ellos dejaron de gobernar también, se sintió su ausencia porque no adoptaron de manera inmediata estrategias para atender las pandemias que se les vendrían encima.
La primera que fue visibilizada, a nivel mundial, para que no digan que sólo se critica lo que en este país sucede, fue el incremento exponencial de la violencia doméstica y ya no es raro que sean las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) quienes lo hayan gritado a los cuatro vientos para que en México los Institutos de las Mujeres se pusieran a trabajar.
Antes de los señalamientos por las OSC y del periodismo comunitario y ciudadano, todo el equipo de trabajo en todos los estados; también para que nadie diga que hay un golpeteo a el único estado gobernado por una mujer. En principio no lo aceptaron, incluso el Secretario de Seguridad de nuestro Estado diría que, durante la sana distancia, las llamadas al 911 por violencia familiar, no habían registrado un incremento digamos “significativo”.
Sin embargo, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) haría un llamado urgente a sus Estados miembros, que tomaran cartas en el asunto. António Guterres, Secretario General de ONU, convocaría el 6 de abril a adoptar medidas urgentes para lo que el llamó: “un estremecedor repunte global de la violencia doméstica “
Otra situación que seguramente nuestras autoridades de salud no están contemplando es que durante la pandemia se incrementarán los embarazos, muchos de ellos no deseados, sobre todo de adolescentes que ahora están confinadas. Situación que también tuvo que poner en la mesa en la Organización Mundial de la Salud (OMS) este efecto lo veremos al tiempo, pero como digo, sólo las OSC pueden ver con claridad lo que viene, los gobiernos siempre están en estado letárgico.
Tampoco hay claridad en cómo se van a recuperar las fuentes de empleo y cómo es que habrán de asegurar a sus trabajadoras y trabajadores que todo esté sanitizado y se observen puntualmente la higiene personal sobre todo en maquilas donde hay miles de personas laborando. Eso también les pasó de noche a las autoridades, preparar con tiempo el regreso. No fueron cuarenta sino sesenta días.
De acuerdo a la Organización Internacional del Trabajo, durante la pandemia se perdieron 35 millones de empleos a nivel mundial, sin embargo, la OIT hace un llamado para que las políticas en materia de empleo sean eficaces para preservar los empleos existentes e impulsar la demanda de mano de obra. En México, en nuestro estado ¿cuáles son esas medidas?
Lo sé, los retos son para todos los sectores, nadie y menos los países con mayor vulnerabilidad, con gobiernos poco profesionales, que son integrados por amistades y no necesariamente los mejores elementos, pues sería pura casualidad que nos fuera bien. Así que este regreso a la normalidad no lo será tanto, estaremos peor que cuando nos aislamos para no poner en jaque al sistema de salud.
Y de las violencias mejor no hablamos, son los únicos que andan como Juan por su casa. La tasa de homicidio en este primer trimestre del año se incrementó, según reportes periodísticos en plena lucha contra el COVID-19, abril fue el mes más violento del año en relación a este delito de alto impacto.
Volveremos a la normalidad o como augura el filósofo Byung – Chul Han: “Sobrevivir se convertirá en algo absoluto, como si estuviéramos en estado de guerra permanente”.
«Guernica», de Pablo Picasso