Hermosillo, Sonora.-
Hermosillo es tierra de campeones. Por desgracia, debemos decir que el deporte amateur en la capital del estado está abandonado, o para decirlo de manera diplomática, tenemos un déficit de atención en la preparación deportiva. Esta situación no es por culpa de los promotores deportivos que salen todos los días a las tres de la tarde a hacer un recorrido, recoger niños para tener su entrenamiento en un lugar que en ocasiones no tiene las condiciones adecuadas. Tampoco es culpa de aquellos maestros de educación física que se han preparado durante muchos años para ejercer una actividad que durante muchos años ha sido desvalorizada y menospreciada por nuestras autoridades. Este abandono es institucional y sistémico, debe verse desde todas sus variantes.
En este ocasión me enfocaré solamente en dos puntos que afectan al deporte amateur de nuestra ciudad. El primero es el desconocimiento de nuestras autoridades municipales en torno al desarrollo del tejido social a través del deporte. Fácilmente podríamos hacer un tour por distintos campos de Hermosillo y seguramente encontraremos campos destrozados, en mal estado y que no son funcionales para realizar un deporte.
Si bien existen “algunos” centros deportivos ad hoc, en los puntos sensibles de nuestra ciudad no existen espacios dignos para la práctica deportiva. ¿Y adivinen qué? Son precisamente en las colonias con mayores índices delincuenciales y de drogadicción donde más hacen falta estos lugares que inviten a la actividad física y alejen a los jóvenes de la criminalidad y las adicciones. El municipio debe rescatar esos espacios públicos, es chamba de nuestras autoridades ser facilitadores en el tema o decidir si van a ser ellos quienes van a administrar estos lugares deportivos que tanta falta hacen. Si no saben o no pueden, deberían evaluar la posibilidad de ir a tocar puertas en organizaciones sociales, clubes deportivos y empresarios que le den un enfoque sustentable a cada proyecto. Seguro encontraremos personas que amen su ciudad y hagan lo necesario para apoyar nuestras causas.
El otro punto que afecta al deporte amateur y sus espacios tiene que ver con la ciudadanía que no los cuida. Esta deficiencia se puede ver en dos vertientes: la primera es que no nos organizamos, no nos ponemos de acuerdo para lograr los objetivos en cuanto a espacios públicos dignos y que las autoridades escuchen que es lo que queremos. La segunda es que no cuidamos estos espacios sociales, algo que es sumamente triste porque refleja la falta de educación social que se termina materializando en robos de pasto sintético, basura tirada, entre otros descuidos. El gobierno tiene parte de responsabilidad, porque han hecho falta programas de educación para lo jóvenes en el cuidado del equipamiento deportivo, pero también aquí todos somos responsables. Debemos ponerle ojo porque la estamos regando gacho. Todos.
En suma, creo que no podemos seguir siendo displicentes en el tema, por lo que hago un llamado a la directora del deporte municipal (Instituto del Deporte y la Juventud), Carolina Guerrero Carrazco, a que tome cartas en el asunto, antes que se salga de las manos por completo. Lo grave es que quienes entendemos el deporte amateur no estamos queriendo formar a los Cristiano Ronaldo, los Tecatito Corona, las Normas Palafox, las Alex Morgan, los Erubiel Durazo, los Eduardo Nájera o los Vinicio Castilla; lo que buscamos es formar a los ciudadanos del mañana, niñas y niños comprometidos con su ciudad, con valores, que sepan trabajar en equipo de una manera integral, independientemente si son licenciados, doctores, carpinteros, taxistas o lo que sea. Es tarea de todos poner atención para que el deporte sea valorado desde el Municipio y claro que si nos sale el futuro Messi pues qué chingón, porque talento hay en la ciudad del sol.
Imágenes del antes y después de área deportiva rehabilitada en Colonia Bugambilias, de Hermosillo, por Jóvenes en Movimiento