Estaba sentado a la mesa peleando con la pizza más mala que haya probado en mi vida. Recibí un mensaje en mi teléfono, el cual había dudado en tomar cuando salíamos al restorán. Eres periodista, me recordó Pepe Grillo, y tuvo razón.
Se te murió Juan Gabriel
Esa línea escueta y contundente rompió el silencio. Nunca pensé que fuera una broma, a pesar que Norman, el remitente, gusta gastar bromas. Ha de ser mentira, como siempre, me dijo uno de los comensales. No lo creo, reviré, y en eso recibí otro mensaje confirmando al primero.
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Siempre había dicho que el día que muriera Juanga sería el de mayor luto nacional que mis ojos habrían de ver. Qué Pedro Infante ni qué Luis Miguel. Incluso, ya emocionado, he llegado a decir que no sé cómo pero me arranco al DF, a Juárez o a Michoacán…
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Hace dos semanas me invitaron a charlar en Transversales, programa de Radio Universidad. La invitación -vía chat- concluyó así:
-qué música te gusta, pa’ poner en el programa
-He perdido amistades porque me gusta Juan Gabriel.
¡Sociedad estúpida!, diría el Ismael Mercado y dije yo en mi cabeza.
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Te vamos a extrañar, Alberto. Hacen falta muchos JuanGabrieles en este México pusilánime. Fuiste un revolucionario, un héroe cultural, un disidente artístico y sexual. Por supuesto, también echaremos en falta tu alegría por la vida, muy pero muy necesaria en una sociedad tan lacerada como dada al masoquismo.
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Cuando salimos de la pizzas nos despedimos del personal como si nos hubiera gustado el producto, muy amables. Pero apenas cerramos la puerta mascullé «hasta nunca» y reímos.
A ti te digo hasta siempre, Alberto. Te vamos a extrañar.
Con el cariño y respeto de siempre, yo te recordaré…
Por Benjamín Alonso
Muy buen articulo eh
Muchas gracias, Manuel Borbón 🙂