Ari Aster, director neoyorkino, conocido por películas como El legado del diablo (2018) y Midsommar (2019), regresa con Eddington (2025), una película que se aleja del terror puro para adentrarse en un terreno más satírico y crítico. Ambientada en el pequeño pueblo ficticio de Eddington, Nuevo México, durante el 2020, en plena pandemia de COVID-19, la cinta no se centra en el virus como tal, sino que utiliza este contexto como un telón de fondo para construir un microcosmos del sur estadounidense, un escenario donde se concentran las tensiones, contradicciones y fracturas de una sociedad al borde del colapso. Eddington es una obra poco convencional, una sátira aguda que hace un análisis profundo de la sociedad americana, los medios de comunicación, las redes sociales, las teorías de conspiración y la paranoia que surge de la desinformación, mientras expone cómo las grandes corporaciones se aprovechan de la vulnerabilidad colectiva para consolidar su poder.

La película no es terror en el sentido clásico, carece de sobresaltos (“jump scares”) y tampoco entra en el terreno de lo sobrenatural, pero no por ello es menos inquietante. Su tono navega entre la comedia negra, el thriller y el western moderno, creando una atmósfera de caos que refleja el desorden social de la época. La trama sigue la rivalidad entre el sheriff Joe Cross, interpretado magistralmente por Joaquin Phoenix, y el alcalde Ted García (Pedro Pascal), en un pueblo donde las divisiones ideológicas, exacerbadas por la pandemia y el movimiento Black Lives Matter, se convierten en un polvorín. Aster utiliza este enfrentamiento como una excusa para explorar cómo las redes sociales amplifican la polarización, alimentando egos frágiles y causas oportunistas. Los personajes, atrapados en sus burbujas digitales, consumen y propagan desinformación, desde teorías conspirativas hasta discursos vacíos que trastocan los límites de la realidad.

Un elemento clave de la película es su crítica a las grandes corporaciones,

representadas por un misterioso centro de datos llamado «SolidGoldMagikarp», que opera en los márgenes de la trama, pero simboliza el poder de los grandes corporativos tecnológicos para explotar el caos social en su beneficio. Aster no se limita a señalar a un solo bando político; su sátira barre con todos, mostrando cómo derecha e izquierda contribuyen al ruido mediático y a la fragmentación social. La película denuncia cómo las redes sociales, lejos de unir, alimentan una sociedad dispuesta a todo por exhibirse, ya sea a través de discursos vacíos, falsos activismos o la propagación de rumores sin fundamento. Este retrato de una comunidad afectada por sus propias creencias deja ver un reflejo muy crudo de la Norteamérica trumpista.

La actuación de Joaquin Phoenix es, sin duda, el corazón de Eddington. Su interpretación de Joe Cross, un sheriff emocionalmente inestable, es a la vez cautivadora y repulsiva, navegando con maestría entre lo patético y un carisma incomodo que genera odio y empatía al mismo tiempo. Phoenix lleva el peso de un personaje complejo, cuya obsesión por el poder y la validación lo arrastra hacia la violencia y el absurdo. Por su parte, Ari Aster demuestra una vez más su habilidad para crear mundos densos y cargados de simbolismo. Su dirección es precisa, utilizando planos largos y silencios tensos para construir una atmósfera de ansiedad constante. La banda sonora, los efectos de sonido y la fotografía refuerzan esta sensación de inestabilidad, haciendo que cada escena parezca a una bomba de tiempo.

Eddington no es una película fácil.

Su tono por momentos errático y su narrativa densa pueden desconcertar a quienes busquen una historia lineal o un mensaje claro. Sin embargo, es precisamente esta ambigüedad lo que la hace fascinante. Aster no ofrece respuestas fáciles, sino que invita a la reflexión sobre una sociedad fracturada por la tecnología, la desinformación y sus propias contradicciones. Es una obra que captura el espíritu de la paranoia y la polarización que se vive en la actualidad y es, sin duda, un testimonio del talento de Aster para provocar y desafiar. Eddington es una locura muy sabrosa, una sátira que pega fuerte y que cuestiona de manera inteligente el mundo que nos rodea.

Actualmente en cartelera y en pocas salas. Así que va la recomendación de siempre, ¡córrale a verla antes de que se vaya!



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Sobre la autora / autor

Adrián Mercado Islas es mexicano de nacimiento y chicano por naturalización. Dedicado a la interpretación (inglés-español) en tiempo real. Licenciado en Historia por la Universidad de Sonora. Vehemente amante del cine y haciendo sus pininos en esto de las reseñas.

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