Recibimos esta crítica que elabora un intelectual sonorense al artículo de otro intelectual sonorense y la publicamos gustosos porque rara vez -al menos en este rancho- se dicen las cosas de frente y públicamente.
Leamos y que cada quien saque sus propias conclusiones
[hr gap=»30″]
Sin buscarlo, me encontré un ejemplo magnífico de parcialidad y, además, no tuve que ir muy lejos: lo encontré en el artículo del doctor Ernesto Camou (https://bit.ly/3GfKSKC). Envuelta en cosas que son innegables, dice Ernesto: “Lo que preocupa (de la marcha por el INE) es la ilegitimidad de las campañas de desinformación, rumores y mentiras que han brotado en los últimos meses” en la que “se da a entender que el actual Gobierno desea acabar con ese órgano electoral… Tales engaños ponen en entredicho la legalidad de la cruzada”.
Primero, la legalidad de una campaña no surge de lo que defiende o critica (si alguien quiere, pude hacer una manifestación contra los marcianos), sino del derecho que da la Constitución a los ciudadanos de manifestarse libremente.
Segundo, cuando habla de esa campaña negra, Ernesto quiere hacer como que ignora que los ataques han sido bilaterales (gobierno y oposición partidaria se han dicho de todo y sin medida); que desde el gobiernismo se ha dicho que el INE “es un instrumento parcial, de sabotaje de la voluntad del pueblo” y que el presidente tiene una semana diciendo que los que vayan a la marcha son rateros, cínicos, conservadores…
Tercero, hace como que no sabe que la toma del padrón electoral y de la credencialización por parte del gobierno es un regreso a los tiempos en que la Secretaría de Gobernación organizaba las elecciones y que Bartlett cometía fraudes con lujo de impunidad.
Cuarto, también hace como que ignora que la elección por voto popular de consejeros pondrá al instituto a las órdenes de quienes puedan aportar la estructura y los millones que se necesitan para la campaña: el gobierno, los partidos, las corporaciones, los muy ricos y el crimen organizado.
Quinto, no sé qué noticias y análisis vea Ernesto, pero en los que yo he oído (con contadas excepciones) se acepta que el INE necesita ser reformado, pero no de la manera en que quiere el gobierno. El INE sí se toca, pero no para diluirlo, sino para mejorarlo porque ha sido el producto de una lucha muy larga por la democracia donde también esa izquierda hoy colonizada por el obradorismo aportó su cuota de sangre, sudor y lágrimas (no me refiero, desde luego, los izquierdistas que ahora viven del presupuesto).

Sobre el autor

Soy Alejandro Valenzuela, director del Vícam Switch, un medio de comunicación que tiene como propósito contribuir al rescate y la difusión de la cultura y las costumbres de los habitantes de comunidades yaquis (yaquis y yoris).
Como datos biográficos, asistí a las escuelas primarias Benito Juárez, de Bácum, y Florencio Zaragoza, de Singapur; a la Secundaria Federal Lázaro Cárdenas y al CBTA 26, ambas de Vícam. En la Ciudad de México fui a la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM y cursé Economía en la UAM-Xochimilco. En Tijuana cursé la Maestría en El Colegio de la Frontera Norte. Tuve una estancia doctoral en la Universidad de Connecticut, en los Estados Unidos, con financiamiento de la Beca Fulbright, y obtuve el doctorado en El Colegio de Sonora.
En la actualidad soy profesor-investigador en el Departamento de Ingeniería Industrial de la Universidad de Sonora.

También te puede gustar:

1 comentario

  1. El debate sobre la reforma del INE es un ejercicio democrático tanto en la sociedad como en los medios como entre los actores y los poderes de facto. Es válido y es sano. Será el parlamento, el poder legislativo quien defina las cosas, dejando como cosa aparte su genuina representatividad de los intereses del pueblo, elemento que es otra zona gris. La sombra de los poderes de facto y la amenaza de la vuelta a un escenario donde el gobierno bajita la mano quiere tener la sarten por el mango por la paranoia de un presidente que cree tener los ojos para la mirada de todos los mexicanos son las alertas con que se azuza a la gente y se le lleva a marchar. Ambos tienen razón. El nombramiento de consejeros del INE y de magistrados o jueces del TRIFE debe dejar de ser una cuestión de cuotas de los partidos; pero la forma en que se quiere hacer tampoco es convincente.
    El ataque contra la visión del INE que tiene López Obrador tiene una razón practica y operativa de fondo. Las consultas públicas sobre el enjuiciamiento a los expresixentes resultó un ensayo en que el pueblo de México no atendió al llamado en la forma de un astencionismo abrumador, monstruoso; pero la gente no sabía ni dónde votar porque las casillas no estaban en su sitio y para los capacitadores electorales la tarea de formar las mesas directivas fue poco menos que caótica y titanica; y en la consulta sobre revocación de mandato del presidente de la república la cosa fue peor… ni la gente fue a votar ni los capacitadores electorales pudieron cumplir con su trabajo y operativamente tuvieron que hacer circo, maroma y testro para conformar las mesas directivas de casilla.
    ¿por qué?
    Porque en ambos casos se le nego al INE los recursos necesarios para organizar y realizar esos instrumentos democráticos de nacional calado. Y la negativa de otorgar los recursos que pidió el INE para organizar esos procesos tiene que ver con una cuestión de austeridad repuicana.
    Eso demuestra que las posiciones encontradas son la de erradicar los derroches de una democracia electoral cara, onerosa; sustituyéndola por una democracia electoral austera, insuficiente, baratera y caótica, donde se asume que un supervisor electoral y su equipo de capacitadores electorales trabajaran 24 horas 7 dias a la semana por un sueldo mínimo profesional sin prestaciones y bajo en esquema de un contrato temporal de 4 meses y que ellos sacaran por amor a la patria sacarán el trabajo que deberian realizar el doble o el triple de trabajadores que el INE lopezobradorista quiere dejar de contratar.
    El riesgo es, que si no se le otorgarán recursos a los partidos para sus campañas electorales, son otros quienes financiarán las campañas, léase crimen otrganizado, léase intereses extranjeros, léase oligarquía o grupos de poder,con los compromisos que eso significa; y, lo más grave, un INE sin recursos suficientes para ubicar casillas funcionales por medio de suoervisores y capacitadores electorales bien contratados, bien pagados y en numero suficiente, que garantice que la conformación de las mesas directivas de casilla en la eleccion del 2024, nos puede llevar a perder la única forma de democracia que tenemos, que es la democracia electoral. Porque si no se garantiza el orden y el buen trabajo en las casillas todo esto va a terminar en gritos, golpes, pleitos, fraudes, guerras callejeras, violencia, víctimas, guerra civil y la economía se va a la mierda por culpa de la inestabilidad social y politica. Soy partidario de la 4T por las columnas que estructuran este edificio de ideas y este proyecto de nación, soy izquierdista pero no odio las posiciones de centro. La economia sigue trabajando bajo un esquema neoliberal porque habitamos un mundo globalizado. Pero no estoy de acuerdo con las obsesiones de un mandatario que llegó al poder con el voto de un pueblo y por medio de un orden electoral que incomprensiblemente hoy quiere reformar porque quiere un pais a modo.
    La democracia tiene reglas y división de poderes. Cuando se transgreden sucede esto que estamos viendo: la polarización con todos sus riesgos y amenazas.

Responder a Luis Alvarez Beltran Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *