Sustos elementales. Como tiros de la escopeta de su protagonista más cómico. Una ignorancia sin remordimiento acerca de la teología, dogmas y rituales del catolicismo. Y una fuerza tan maligna y oscura como su fotografía, empeñada en la noche prieta, que jamás aprieta. Lo elemental: estamos ante una entrega más de la colección cinematográfica iniciada …
