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Hermosillo, Sonora.-

Un agradecimiento especial a Luis Ledgard (IDragDeL) y a Alejandra Cañedo por las correcciones y el apoyo al redactar esto.

Bien es sabido que Hermosillo se divide en dos temporadas: aquella en la que hace calor, y aquella en la que no hace tanto calor y que algunos forasteros se atreven a llamar “invierno”. Sin embargo, para cierto grupo heterogéneo de transeúntes parece no existir tal distinción, pues se les puede ver a pie bajo el sol de mediodía intentando acabar con la poca vida que queda en el desierto. No hablo de más ni menos que de la comunidad de Pokémon Go que se hace presente en la capital sonorense.

Si este último par de años ha estado, querido lector, viviendo bajo una roca y no sabe sobre lo que escribo, permítame explicárselo en un santiamén: Pokémon Go es una aplicación móvil basada en las criaturas virtuales del mismo nombre; sin embargo, aquí el verdadero twist es que los Pokémon aparecen frente a ti, estés donde estés. Desde Puerta Real hasta la Nuevo Hermosillo, pasando por la colonia Balderrama y toda la Unison, uno puede encontrarse con estos amigables monstruitos, capturarlos y entrenarlos para luchar contra otros jugadores (que en el argot pokémonero son conocidos como “entrenadores”). Lo único que necesitas es un teléfono celular, un poco de internet, un buen calzado ¡y estás listo para emprender tu travesía Pokémon!

Junio del 2016 (mes y año en el que se lanzó el juego) marcó el inicio de la comunidad Pokémon Go HMO, la cual ha ido creciendo poco a poco hasta convertirse en una colectividad con más de 500 jugadores activos diarios. Prestando la suficiente atención, adonde quiera que uno vaya puede percatarse de gente jugando: desde niños pequeños hasta padres y madres de familia. Sin importar la hora ni el lugar ni el estado del tiempo, niños y no tan niños unen fuerzas para cazar estas alusivas criaturas y añadirlas a su equipo para así convertirse en auténticos “maestros Pokémon”.

«¿Y como por qué quisiera yo estar en el solazo todo el día metida en ese aparato?», dirá seguramente mi amá. Curiosamente, la verdadera magia de esta aplicación radica fuera de la misma, pues sería una lástima limitar Pokémon Go a un cúmulo de pixeles. La interacción humana es lo que hace a este juego más que sólo eso, por lo que distintos eventos tienen lugar en el marco de esta sociedad pokémonera. Por ejemplo, el «Día de la comunidad», o como nosotros, personas a pocas horas de distancia de Estados Unidos lo llamamos, el «Community Day», es un evento que se realiza mes con mes desde enero del 2018 y que es auspiciado por los desarrolladores del juego. Durante este evento, los entrenadores esperan ansiosamente para juntarse a convivir y disfrutar de diversos beneficios que el juego proporciona durante 3 horas. Y usted se preguntará, ¿pero qué pasa ese día?, ¿qué tiene de especial? Durante este evento se designa un Pokémon protagonista; éste es liberado en su versión “shiny” (de nuevo el inglés), la cual es una versión extremadamente rara de conseguir del mismo, y su aparición se eleva masivamente por todo el mundo (literalmente). Básicamente es cuando todos los entrenadores se reúnen en diferentes puntos de la ciudad (principalmente Catedral, el panteón Yáñez o la Universidad de Sonora) y capturan todo lo que se atraviese en su camino, importándoles poco los rayos del sol y el calor que éste pudiera provocarles. «¿Cuántos llevas?», «¿cómo vas?», entre otras interrogantes cliché son las preguntas más recurrentes cuando dos pokemoneros se encuentran en esta singular fiesta Pokémon. Después de los “Community days” no son raras las convivencias post-juego, éstas teniendo su sede en bares o billares locales.

Contrario a lo que mucha gente pudiera pensar, este juego no es exclusivo de niños pequeños. Aunque bien es una aplicación para todas las edades, sorprende que predominen los jugadores jóvenes y adultos: Esto es fácilmente atribuible a la nostalgia que supone esta franquicia, análogo a lo que muchos sienten al ver Los Caballeros del Zodiaco o escuchar música de OV7.

Si bien puede sonar muy poético, he de declarar que Pokémon Go es más que un simple juego: Es el nexo que une amigos, pareja y familias enteras. Es el mejor compañero a la hora de digerir ese raspado recién comprado en la Plaza Zaragoza, llevándote a ejercitarte un kilómetro más. Es la puerta que nos lleva a conocer nuevos rincones de nuestra ciudad, enamorándonos más de ella en el proceso. Es un buen pretexto para saludar a ese amigo con el que hacía tiempo no charlabas y que viste aquel día jugando por la Unison. Es un tema de conversación inacabable y un pasatiempo sano. Más aun, es un gran hacedor de entrañables amistades que de otro modo jamás pudiste haber hecho. Este peculiar juego ha incluso unido vidas, pues existe una historia de amor que comenzó con Pokémon Go y acabó en matrimonio; al momento de esta nota este par de tórtolos se encuentran en su luna de miel en Europa. Pokémon Go es el epítome del diseño de experiencias; aquellos que lo limitan a sólo un juego seguramente es porque no lo han jugado.

En esta comunidad no son importantes ni tu color de piel ni tu género ni tu estatus socioeconómico… ¡ni siquiera cuántos Pokémon lleves atrapados! Más allá de los estigmas y del qué dirán, esta es una comunidad que se preocupa por que te mantengas bien hidratado y de que tu Pokédex esté cada día registrando nuevas experiencias. ¡Atrápalos ya!

Texto y fotografía por Armando López Grijalva

Sobre el autor

Armando es un joven entusiasta de la ciencia y de las lenguas extranjeras. Oriundo de Hermosillo, es estudiante de Química de Alimentos por las mañanas y maestro Pokémon por las tardes, además de autoproclamarse diestro en comida urbana.

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