“El anillo del nibelungo” es una obra épica, majestuosa, de cuatro óperas escritas por Richard Wagner. El personaje principal es Wotan, dios de los dioses, origen de las calamidades provocadas por su razón y su deseo.

Sin embargo, según las mitologías escandinavas, celtas e islandesas, Wotan no es eterno. Se alimenta de las pasiones y las contradicciones de los mortales. Como en todas las leyendas.

Las guerras entre deidades y héroes, con luchas y furia sobrehumanas, son ciertamente las nuestras. El carácter de tragedia se perpetúa a través de las generaciones, hasta que un supremo sacrificio restablece el orden en el mundo y, por lo tanto, en el universo.

Avengers, infinity war (Joe y Anthony Russo, 2018), por su ambición y sus logros, debe ser comparada con un espectáculo operístico, cuyo desarrollo y desenlace otorga a la idea comercial del blockbuster un nivel superior que hace de esta cinta una inmediata película de culto.

Por más de una década, los espectadores hemos sido cargados con la información indispensable para crear una relación emotiva con una galería de superhéroes que aquí, en Avengers, infinity war, actúan en perfecto equilibrio.

Esta es la epopeya de Thanos (Josh Brolin), amenaza y villano grandioso. Busca las seis gemas del infinito. Viene de un planeta destruido, como Superman (Richard Donner, 1978). Las piedras preciosas le darán un poder jamás antes visto, igual que a Wotan en “El anillo del nibelungo”.

Aunque cualquier coincidencia con The lord of the rings (Peter Jackson, 2001) y con Dragon Ball (Akira Toriyama, 1985), ¿es mera coincidencia?

Ante semejante desafío, los Vengadores deben unirse. Son cerca de treinta personajes. El reto, en el guión, en la dirección, es muy alto. Y Avengers, infinity war, lo consigue. Excelsior.

Nuestro planeta resulta un escenario reducido. Es ineludible asaltar la galaxia, el espacio, el universo. Es por eso que los héroes con currículum sideral surgen mejor librados.

Dr. Strange (Benedict Cumberbatch), Thor (Chris Hemworth), Vision (Paul Bettany), Black Widow (Scarlet Johanson), la clicka de Guardians of the galaxy (James Gunn, 2014 y 2017), y de ahí, sobre todo, Gamora (Zoe Saldaña, magnífica), saben de qué va todo el gigantesco desmadre.

Mientras, Iron Man (Robert Downey, Jr), Spider Man (Tom Holland), Captain America (Chris Evans), el Hulk (Mark Ruffalo), Black Panther (Chadwick Boseman), Halcón (Anthony Mackie) y War Machine (Don Cheadle), harán hasta lo imposible por adaptarse al infinito y más allá.

Son paladines cuyos pies están bien cimentados en la tierra. En un momento parecen perdidos en el espacio. Y ahí es donde la película encuentra los espacios necesarios para el humor.

La construcción de Thanos, como villano superlativo, es quizás una de las mayores victorias en Avengers, infinity war. La muerte – Thanatos, según la mitología griega – es su principal motivo y, por lo tanto, su debilidad. Gamora tendrá la oportunidad de enfrentarlo. Padre e hija en una batalla inolvidable. Como no se había visto desde The empire strikes back (Irvin Kershner, 1980).

Avengers, infinity war se da tiempo para elaborar escenas y secuencias muy bien realizadas. La batalla en Wakanda y el manejo de las sub tramas echan mano de las enseñanzas de edición en Intolerancia (D.W. Griffith, 1916) y ese no es asunto menor.

La más ambiciosa y mejor lograda cinta del universo marvelita, ahora de la mano de Disney, quizás representa el canto del cisne en este género que, desde hace años, apunta a su propia decadencia.

Tal vez aquello que Avengers, infinity war nos queda a deber es su partitura musical. Un toque de inspiración wagneriano le habría caído de perlas. Aquí no hay intervenciones de cultura pop. No hay rolitas. Sólo la música grandilocuente, sinfónica, que no es capaz de crear un tema memorable.

Lástima, Margarito. Lástima, Alan Silvestri. El compositor responsable está muy por debajo de lo que el reto significaba. ¿Dónde están Hans Zimmer, John Williams, Patrick Doyle? No digan que el presupuesto no alcanzó.

Los ciudadanos no hemos sido convocados a esta epopeya. Los dioses, semidioses y héroes ocupan todo el espacio en Avengers, infinity war. Eso es lo que le otorga la calidad operística, donde todos tienen, al menos una oportunidad de lucimiento.

“No resurrections this time”, pontifica Thanos.

Y esa es la esencia de Avengers, infinity war. La muerte, la desaparición de personajes queridos, tendrá a la audiencia al filo de la butaca. Por dos horas y media de proyección.

Eso no lo consigue cualquiera.

Por Horacio Vidal

P.D.- ¡Por supuesto que hay una secuencia post créditos! Y, claro, vale la pena chutarse todos las letritas. Créanme.

Sobre el autor

Horacio Vidal (Hermosillo, 1964 ) es publicista y crítico de cine. Actualmente participa en Z93 FM, en la emisión Café 93 con una reseña cinematográfica semanal, así como en Stereo100.3 FM, con crítica de cine y recomendación de lectura. En esa misma estación, todos los sábados de 11:00 A.M. a 1:00 P.M., produce y conduce Cinema 100, el único -dicen- programa en la radio comercial en México especializado en la música de cine. Aparece también en ¡Qué gusto!, de Televisa Sonora.

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1 comentario

  1. Si, las franquicias MARVEL y DC , han avnzado en el mundo del cine, pero creo que Marvel se volo «la barda» con esta ultima pelicula! Felicidades a Horacio Vidal. Viejo amigo, tu inclinacion por el septimo arte esta cobrando sus reditos. Que sigue? Producir? Se vale soñar, despues de todo son tus sueños los que te tienen donde ahorita estas!

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