Zapopan, Jalisco.- Las malas personas odian al por mayor, sin direcciones ni discernimientos: ¡qué dicha! En cambio las buenas conciencias –no sé a qué idiota se le ocurrió pero es mandato– estamos obligadas a una elección razonada de hasta tres tipos de personas hacia quienes encausar ardores coléricos o males de ojo. Tras larga observación (una …
