Mayra Valencia PartidaHoy amaneció nublado y vale más que publiquemos esto. Ustedes saben por qué 😉
2023 fue un año en el que me cayeron muchos veintes, veintes que me trajeron crisis existenciales, emocionales y más. Después de mucho pensar en qué podía hacer para estar mejor, por qué realmente no es sano vivir así y menos con la responsabilidad de dos pequeñas bendiciones a mi cargo, recordé con la enseñanza de muchos de mis maestros, tanto de escuela como de vida, que lo único que podía hacer, era pedir ayuda.
La primera opción fue terapia, acompañada de un sinfín de textos, artículos y podcasts encontrados en diferentes plataformas en medios digitales. Mucha información empezó a entrar en mi angustiada y atolondrada cabeza, que además de la responsabilidades del día día y el trabajo tortuoso, muchas veces me saturaba y no sabía por dónde empezar para estar mejor.
Trabajé con dos terapeutas durante ese año (2023), las dos muy buenas, sin embargo con la primera no fui tan afín, no hubo un clic, el clic que necesitaba para poder desenvolverme adecuadamente en terapia; sin embargo, esa primera sesión marcó sin duda mi vida.
Algo que realmente recomiendo a todos quienes estén en la posibilidad e interés de hacerlo, es ese vómito verbal que solo en terapia puedes lograr, en el que se pueden sacar muchos de tus fantasmas y demonios internos ¡que nadie conoce! porque es sinceramente liberador.
Después de algunas sesiones con la primera terapeuta opté por buscar una opción acorde a mi bolsillo, y que por fortuna encontré, para continuar con mi proceso.
Las primeras citas con mi segunda terapeuta fueron cada dos semanas, conforme fue pasando el tiempo y mi mente se iba aclarando y mi corazón sanando. Empezamos a vernos con menos frecuencia, que después entendí que al soltar, al hablar, al tirar todo lo que tienes que tirar, la mente se aclara y el corazón descansa.
El título del artículo menciona los podcasts porque estuve viendo, escuchando, estudiando, diferentes entrevistas de especialistas y conocedores del tema en salud mental, en maternidad, en relación de parejas, en bienestar emocional, en tipos de crianza, etcétera, etcétera.
Al principio intentaba aplicar la recomendaciones al pie de la letra, algunas aplicadas con éxito, otras no, porque algunas aplicaban a mi vida y otras no. Hubo unas que ni al caso, la verdad, y cuando me sentí saturada me di cuenta que ni muy muy ni tan tan, que sí es muy importante auto ayudarse y buscar información, pero también demasiada información te puede desorientar, por que no a todos les funciona lo mismo y que el bienestar, como mi esposo recalca insistentemente, viene de uno mismo.
Sí, es muy importante buscar tu bienestar y buscar cómo estar mejor, procurar tu salud mental, estar bien emocionalmente, estar bien contigo mismo, sentirte feliz, pleno, pero muchas veces ese bienestar puedes encontrarlo en las pequeñas cosas de las que no somos consientes (obviamente, acompañado con una buena terapia).
Y la terapia muchas veces no necesariamente tiene que ser con psicólogo, muchas veces hablar con tu pareja, con tus amistades, será una gran terapia, ya que la terapia se refiere a soltar, a comunicar, a hablar los problemas (que muchas ves suele ser muy difícil y preferimos obviar), a sacar lo que nos pudre por dentro, esto acompañado de pequeños disfrutes, como una copa de vino, leer un libro, ver una buena película, ir al cine, cenar con tu pareja, convivir con tus hijos o simplemente el disfrutar de hacer nada —dolce far niente, haciendo alusión a una de mis películas favoritas— te dará, si no la salud mental, al menos un poco paz.
Finalizando, sólo quería compartir mi aprendizaje durante este último año, que en mi búsqueda de ser la mejor persona, la mejor esposa, la mejor mamá, en una crianza responsable, respetuosa, aplicando lo del métodos Montessori y otros más, me di cuenta que lo único que tenía que hacer era tener paz conmigo misma, dejar de exigirme tanto, de buscar la perfección y disfrutar el aquí y el ahora, porque hoy estamos mañana quien sabe, así que la paz mental para mí es estar en paz conmigo, con lo que soy, con lo que tengo, con lo que hago, y sentir y pensar que es suficiente.
Ah, y de todos los podcasts que vi te recomiendo especialmente uno, el de de Nilda Chiaraviglio.
Por Mayra Valencia Partida
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En portada, ilustración de Easy MD Blog
