Yadira SandovalAl margen de la hiper-sexualización tenemos la inclusión, esa que no ven porque no quieren, opina Yadira Sandoval
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Perry, Georgia.-
La presentación de la colombiana Shakira y de la estadounidense Jennifer López de origen puertorriqueño en el medio tiempo del pasado Super Bowl celebrado en el Hard Rock de Miami, Florida cautivó a la audiencia internacional a través del movimiento de las caderas al ritmo de champeta interpretado por la primera, el cual proviene de los barrios de su país y que está relacionado con la rumba congoleña y el soukous originario de África central. Sin embargo, para algunos mexicanos esto no fuera valorado, pues muchos desearon ver algo similar al estilo de Michael Jackson o de Katy Perry, Madonna, Beyonce en este tipo de eventos. Jennifer López también destacó, pero ahora al compás de la música caribeña. Tuvimos que comparar ambas ejecuciones artísticas para preguntar quién fue mejor de las dos, en vez de reconocer la diversidad cultural de América Latina que fue proyectada en un evento cien por ciento “gringo” en el contexto actual en el que Donald Trump se convirtió en el tercer presidente de Estados Unidos en ser sometido a un impeachment.
Una excelente estrategia artística para bajar la tensión política en la que se encuentra Estados Unidos fue lo que Jennifer López presentó: niños “encerrados” en unas jaulas como representación de la situación que viven cientos de infantes migrantes en la frontera sur con México, una situación indignante e inaceptable para el ser humano. Para esto aplicamos el concepto de “inclusión”, para explicar algunas cosas: se denomina inclusión a toda actitud, política o tendencia que busca integrar a individuos extranjeros a la sociedad en la cual están viviendo, influyendo para que estos contribuyan con sus talentos y a la vez sean correspondidos con los beneficios que el país extranjero les pueda ofrecer en el ámbito social, político, económico y cultural. Tal concepto se proyectó en el reciente Super Bowl, pero muy pocos lo percibieron, porque están acostumbrados a observar lo malo en vez de reconocer los avances en el tema de la inclusión en el extranjero.
Para comprender lo anterior, presentamos algunos acontecimientos que son importantes señalar: existe una comunidad latinoamericana en Estados Unidos que suma poco más de 50 millones de individuos, una cantidad aparentemente amenazante para el Partido Republicano ya que este no desea perder representatividad en el Senado; es decir, los latinos tienen el poder de elegir con su voto. Por otro lado, está el juicio político contra Donald Trump acusado de presionar a Ucrania para que encontrara información perjudicial sobre uno de sus principales rivales demócratas, Joe Biden, y su hijo Hunter Biden.
Dentro de este contexto político, dos mujeres latinas sobresalieron con su coreografía durante el intermedio del juego. El color rojo y dorado que vistió Shakira representó lo simbólico de los barrios populares de América Latina, en específico de Barranquilla, Colombia, rescatado por su mentora Gloria Estefan de origen cubano. Algo que debemos reconocer a estas artistas es el trabajo por resaltar la identidad de sus regiones por medio de su música y las coreografías, dejando en claro que la expresión artística es el principal mediador diplomático en la inclusión. En el caso de Jennifer López, ella representa al hispano latino nacido en Estados Unidos, rescatando la identidad de sus padres para reconocerse a sí misma en tiempos en que el multiculturalismo estaba tomando fuerza en su país natal. Ella se inspiró en la vida de la fallecida reina del Tex-Mex, Selene (de origen mexicano), a quien representó en una película biográfica y que le dio proyección a nivel internacional.
Y la National Football League como cualquier entidad deportiva y totalmente estadounidense apostó por un espectáculo latino para llamar la atención no sólo de los estadounidense sino también de la comunidad internacional. Hay que resaltar que había un antecedente con Gloria Estefan, quedando todos encantados con su belleza. Estos acontecimientos están indicando que los grupos con tendencia progresista en Estados Unidos continúan impulsando la inclusión acosta del conservadurismo promovido por el presidente Donald Trump.
La inclusión también es visible en otros escenarios. En el cine tenemos a Yalitza Aparicio, que se convirtió en la primera mexicana de origen indígena en ser nominada al premio “Mejor actriz” en los Oscars del 2019. En política la inclusión también está presente con Alejandra Ocasio-Cortez de ascendencia puertorriqueña, quien está identificada como la voz de las minorías en el Congreso de Estados Unidos y es una de las mujeres más jóvenes en ser elegida en la historia de ese país, así mismo, Robert García nacido en Perú, ganó la alcaldía de Long Beach en la localidad costera del condado de Los Ángeles, convirtiéndose en el primer latino y también el primer homosexual en acceder a ese cargo. Por lo tanto, no fue casualidad lo que vimos en el último Super Bowl, sino que es parte de toda una serie de sucesos relevantes que se están presentando en el país más controvertido con la inclusión.
Foto by Mark J. Rebilas / USA TODAY Sports
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