Hagamos una pausa en nuestras desgraciadas vidas citadinas y vayamos a los pueblos, cogidos de la mano y pluma de Guillermo Valenzuela 🙂 [hr gap=»30″] En la época en que El Saucito empezaba a formarse había mucho monte, muchas ramas, palofierros, mezquites y en las milpas había siembras pues los pozos tenían agua para regar. …
