Ciudad de México.-
“Saquen sus rosarios de nuestros ovarios, saquen sus doctrinas de nuestras vaginas», uno de tantos gritos que se escucharon ayer en la marcha del 8 de marzo conmemorando el Día de la Mujer, donde miles de mujeres caminamos desde el Ángel de la Independencia hasta el Zócalo bajo un sol que ardía como nunca. Mujeres de todas edades: jóvenes, señoras en bastón, abuelitas con sus nietas, mamás cargando a sus bebés, niñas gritando con coraje y valentía: “Alerta, alerta, alerta al que camina, la lucha feminista por America Latina”, fue otra de las consignas que escuché en la marcha, donde como siempre y como nunca se logró sentir felicidad, sororidad y unión al caminar por las calles de esta ciudad. El día de la mujer no es para mandar flores o piolines felicitándonos de ser “hermosas”, “delicadas”. Este día es de lucha, porque aún hay muchas cosas por las cual levantar el puño.
Texto y fotografía por Érika Maldonado
Unos cerebros van y otros vienen. Así es esto. En Hermosillo hay mucho talento que se queda.