El Colegio de Sonora (COLSON), el Centro Regional de Formación Profesional Docente de la Secretaría de Educación y Cultura (CRESON) y el Ayuntamiento de Caborca unieron esfuerzos para la realización del Foro Sonora en Clave de Derechos Culturales. Elementos para una política pública cultural de la entidad, donde se presentó el libro Sonora en Clave de Derechos Culturales 2021-2027, un documento que bien podría ser el Plan de Cultura y Arte de Sonora que el gobierno de Alfonso Durazo necesita, por que la administración del ISC aun no presenta su Plan de Cultura y Arte de Sonora 2021–2027.
Los autores de este necesario libro son Diana Reyes González, una probada gestora cultural de Sonora que conoce bien la administración pública en el campo de la cultura con una maestría en Políticas y Gestión del Desarrollo Social, por la Universidad de Sonora y otra en Promoción y Desarrollo Cultural por la Universidad Autónoma de Coahuila, y Patricio Chaves Zaldumbide, un doctor en Ciencias Sociales por la Universidad de Buenos Aires que por más de 25 años se ha desenvuelto como consultor de programas y asesor técnico de la UNESCO en el desarrollo de programas educativos y culturales dirigidos a atender problemas sociales como la violencia y la inseguridad.
El libro llega en un momento sumamente oportuno porque un sector de la comunidad artística cuestiona cada vez con más dureza a la actual administración cultural. Asegurando que, a punto de cumplir el año, la dirección del ISC sigue sin rumbo.
El cierre del MUSAS por todo el verano para dar servicio a los aires, al ascensor e impermeabilizar, solamente despertó sospechas sobre el manejo del inmueble, así como de la capacidad para gestionar los servicios mínimos de mantenimientos. El incumplimiento de la convocatoria del Concurso del Libro Sonorense 2020, por no haber publicado los libros de los ganadores en el 2021, tal y como siempre se ha hecho, es otra clara señal de que la curva de aprendizaje se ha dilatado mucho.
Los primeros meses, la dirección del ISC salía con la misma cantaleta de cada sexenio: “los de la pasada administración dejaron las cosas mal”, sin embargo, esa justificación ya no es suficiente. Menos cuando la semana pasada el ex director del ISC, rompió el silenció y en un ejercicio de transparencia da a conocer todas las gestiones que su administración realizó para dar mantenimiento al MUSAS.
La presentación de esta necesaria publicación no pudo escapar a las voces críticas que, en medio del dialogo que propusieron los autores, dejaron ver que las cosas no están bien en la actual administración del ISC, algo que se da en gran medida por la falta de una Plan de Cultura y Arte de Sonora. En cambio, este libro puede llegar a convertirse en ese plan de cultura que el gobierno de Alfonso Durazo necesita, si es que el gobernador hace los ajustes necesarios para corregir el rumbo.
Las ausencias y las áreas de oportunidad
Rubén Matiella, el ex director del MUSAS y uno de los creadores de la Colección de Arte Sonorense, que en estos momentos se cuestiona si está en peligro por la negligencia administrativa, fue quien abrió la participación por parte del público. Su pregunta fue directa, a la yugular y al corazón: “¿Por qué no esta aquí la directora del Instituto Sonorense de Cultura?”.
El cuestionamiento cae como baldazo de agua. Todos enmudecen. Nadie es capaz de responder las ausencias.
Jorge Melguizo, ex Secretario de Cultura Ciudadana de Medellín, rompió el silencio que provocó la pregunta que evidenció el vacío institucional en la política cultural sonorense contando como fue la planeación del rescate del tejido social a través del arte y la cultura de su ciudad. Recordó como en las reuniones de gabinete de transporte el se metía porque la cultura también debe ser parte de la solución a los problemas de movilidad, así como también invitaba a sus reuniones a los secretarios de los diferentes sectores. Su argumento era que las problemáticas sociales deben verse desde diferentes ópticas y que en todos los casos la cultura juega un papel central en la solución.
En ese sentido el dialogo que se retomó en la presentación del libro se convirtió en la promoción de una metodología de trabajo y de practicas de buen gobierno donde a los problemas sociales de un territorio se le buscan soluciones integrales donde el desarrollo humano y cultural de la población juega un papel central.
Así fue que, a pesar de las notables ausencias, reconocieron la valiosa presencia de la Secretaria de Seguridad, que consciente del poder de la cultura y el arte para recuperar el tejido social de las comunidades aterradas por la inseguridad, ha apostado por acercarse al trabajo de gestores culturales. Jorge Melguizo, quien trabajó en la pacificación de Medellín a través del arte y la cultura, no paró de recomendar partes del libro “Sonora en Clave de Derechos Culturales 2021-2027”, donde se dan alternativas para que con una agenda cultural se puedan recuperar los espacios obscurecidos por la violencia y la inseguridad.
El libro de Diana Reyes y Patricio Chaves es la propuesta de un Proyecto Cultural para el Estado no solo para el sector cultural, sino para que se articule la participación de todos los sectores de la sociedad: público, privado y comunitario, para que de manera conjunta se pueda abordar lo cultural desde todos los ámbitos del desarrollo como lo son, la seguridad pública, la economía, el medio ambiente, la salud, educación, turismo, juventudes, etc., atendiendo a una perspectiva de derechos culturales, de género y con un enfoque intercultural. Sin duda este documento que avalan personas con experiencias de éxito internacional, da luz para que el gobierno de Sonora recupere el rumbo en el área de la cultura, pues en éste se presenta un diagnóstico en el que participan gestores, artistas y promotores de diferentes disciplinas, y proponen soluciones que pueden medirse objetivamente.
Ya no se puede esperar más, urge una hoja de ruta, y realizar los ajustes que se tengan que hacer para que la institución cultural del gobierno estatal recupere el rumbo lo más pronto posible.
Texto y fotos por Hermes Díaz Ceniceros