Hermosillo, Sonora.-

Conocí al Rocha el verano de 2006, cuando defendíamos el voto por voto, casilla por casilla. Fue de los pocos, acaso el único, que comprendió mi adhesión al movimiento sin menoscabo de mi no adhesión absoluta al pejismo, así votara yo por el de Macuspana o contra el de Morelia, según se vea. Y ese era el rasgo distintivo de Jesús Ramón Rocha Chapetti, un tipo que te podía discutir y discutir -pasaban horas- sin perder la sonrisa.

Lo recuerdo hablándome de Marx, de Bakunin y de LaRouche, siempre aterrizado en la situación nacional y siempre con firmeza pero sin perder los estribos, algo inusual en los pasillos de la izquierda, tan dada al dogmatismo del que yo mismo fui partícipe y a la fecha, pero ahora con otra bandera.

Quiero decir que, en efecto, el Rocha era un tipo pasional, encendido a la hora de debatir, pero que al cabo de la pelea te seguía apretando la mano con fuerza, la palma en el hombro y otros afectos. Chingón este bato, pensé una tarde, que te adoctrina sin adoctrinar, no como otros que no te bajan el guante de encima, como me recordaría por aquellos años el Álvaro Bracamonte, otro polemista de altura que tenemos por acá.

Le perdí el rastro al Rocha en años recientes, pero igual me saludaba con su gran sonrisa cuando llegábamos a coincidir. Ayer partió de este mundo y lo resentí, en parte por el afecto y en parte por la apremiante necesidad de izquierdosos con los que puedas dialogar y después de eso unas cheves, un café, o la promesa eterna de alguno de los dos. No es que no los haya, tampoco exageremos, pero en los tiempos que corren la inercia va en sentido contrario. De eso también quería hablar con él, posterior a su punto de vista sobre el actual gobierno.

Por desgracia, la tarde de enero que lo vi caminar-correr a su carro con la energía de siempre, me dio flojera chiflarle (compartíamos manías), gritarle y alcanzarlo… Ya estoy viejo, y él también lo estaba, mucho más que yo, pero no como para recibir la noticia de su fallecimiento la noche de anoche… Pinchi Rocha, te saliste con la tuya y te vamos a extrañar.

Por Benjamín Alonso

 

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Sobre el autor

Premio Nacional de Periodismo 2007. Director de Crónica Sonora. Escríbele a cronicasonora@gmail.com

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