Pasé por el Joseloco y nos fuimos a la lucha. Un taxi y ya estábamos afuerita del Deportivo Corona abasteciéndonos de chicharrones con chile y semillas de calabaza, porque adentro la doña cuerpo de azucarera las vendía más caras y nos las daba rancias. El Joseloco quería quedarse un rato afuera para ver cuando llegara “el …
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