La locomotora del proceso descivilizatorio avanza a toda velocidad. Una gran parte de los pasajeros siguen inmersos en la fantasía productiva. Los más afortunados, corren a toda prisa detrás de la zanahoria que sostiene el capital. ¿Quién podría juzgarlos? ¿De qué otra manera proteges a los tuyos en un mundo abusivo donde ser pobre es …
