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Y aunque me fuercen yo nunca voy a decir 

que todo el tiempo por pasado fue mejor,

Mañana es mejor.

Luis Alberto Spinetta

Anoche acudí con mucho gusto por tercera o cuarta ocasión a las llamadas Jornadas de Arte de Quinta de Anza. Parte de los detonantes de este artículo fue uno de los comentarios que hace Miguel Mancillas (director de Antares, pa’los que no sepan) al presentar la programación. El maestro nunca me deja de sorprender con su increíble y a la vez sencilla-compleja, paradójica elocuencia e intuición, primero tengo que decir, para contextualizar: muchos saben, Quinta de Anza además de ser un salón de eventos con una elegancia que supera en muchos sentidos la estilística de otros lugares de este “tipo”, -tiempo- cuando pienso en “lugares de este tipo” me cuesta mucho encontrar ejemplos de lugares que asimilen esta simpatía frente al arte, ya que, si bien Quinta de Anza es un sitio atractivo para eventos como bodas, quinceañeras, etcétera, ahora además se le conoce por su alto interés por apoyar el arte y evidencia clara es que ha prestado sus instalaciones para eventos artístico-culturales como Viso Out Festival, incluso antes de que se remodelara el inmueble, cuando aún quedaban las ruinas del antiguo Colegio Central y como señalo ahora con el proyecto Jornadas de Arte, cuyo programa incluyo la noche del miércoles dos coreografías con un contraste bastante atractivo.

Debo admitir y reconocer que las dos coreografías que se adaptaron a este espacio resultan sumamente sugerentes, de un nivel verdaderamente profesional, pues bien, vamos en orden, Altera A de Victor Ledesma y Zahaira Santa Cruz  es un dueto extraído/adaptado de la reformulación de dos piezas ganadoras del Concurso Regional de Coreografía, Black Silver (2015) e IDA (2016), este pieza interpretada por Zahaira Santa Cruz y Tiffany Solis me intriga, supongo que la idea del dueto surge como una decisión que se configuró considerando las alternativas que ofrece la Quinta. He tenido la oportunidad de apreciar esta obra en varias ocasiones y en diferentes espacios, Casa Andamios, el Foro Experimental de Bellas Artes y ahora en Quinta de Anza, cada una con una versión distinta pero con una fuerte presencia del riesgo, la oscuridad, de la desarticulación del movimiento a partir de configuraciones que emulan una animalidad particular, como menciono el coreógrafo Victor Ledesma en la presentación dentro del 1er Coloquio de Danza Contemporánea agrega tras un cuestionamiento: “Zahaira y yo hemos desarrollado nuestro concepto de animalidad y creemos que se ve en muchas partes de la obra”, debo de decir que estoy realmente de acuerdo, los cuerpos de los bailarines desatan imágenes salvajes, primigenias que nos sumergen en la profundidad de sus sombras, de cuerpos que por momentos ya no parecen humanos.

La coreógrafa y bailarina Zahaira Santa Cruz nos dice que también buscó tocar el tema de la violencia contra la mujer,  lo cual puede no ser tan evidente, sin embargo, puedo intuir cómo se articula a través de ciertos elementos plásticos como las zapatillas y el giro dramático que ocurre al momento en que se deshacen de ellas, un movimiento que en principio parece una agonía corrosiva va en crescendo hacia lo virtuoso y desafiante, como si el movimiento fuera resiliencia y las despojara de una enfermedad que bien podría simbólicamente figurar como el patriarcado.

Este tema me resulta muy pertinente tomando en cuenta la grave situación de feminicidios en el país y los grupos feministas que han emergido en Hermosillo, México y el mundo, el colectivo de los Altera2 se ha conformado como un grupo novedoso, aparentemente sólido y con una calidad y fortaleza física envidiable.

La segunda pieza Una habitación propia, con la cual no estoy tan familiarizado mas sí empático es interpretada por Gabriela Ceceña, quien cabe señalar ha pisado escenarios europeos (y no dudo que en otros continentes), ha trabajado con coreógrafos como Ismaera Takeo Ishi, Miguel Mancillas, y otros grandes. Ceceña es una bailarina con una valiosa experiencia y un control corporal impresionante, este solo que nos presenta evoca a mi parecer, un lugar más íntimo que Alter-A en un sentido unipersonal.

De principio me causo una impresión extraña este impulso emulado por Gabriela, el cual me recordaba la sensación de un nudo en la garganta, a estos momentos duros en los que quieres decir algo que está muy dentro de ti y no encuentras la manera de expulsarlo, estos momentos en los que la melancolía te sumerge en los recuerdos del pasado, en el extrañamiento que provoca el cambio, la madurez, el dejar atrás viejos valores, hábitos o situaciones, dejar atrás el apego infantil, esta conciencia de saber que las cosas no serán iguales, que tienes que subir un escalón más de la vida, y a pesar de que las cosas no sean iguales, en el fondo sabes que podrán ser mejores, siempre y cuando haya disposición, convicción y esfuerzo, siempre y cuando estemos dispuestos a hacer algo.

El Maestro Mancillas se refiere a Quinta de Anza y a sus Jornadas de Arte cuando dice que estos proyectos figuran –parafraseo- como un síntoma “de una sociedad que está dispuesta a crecer”, una sociedad que poco a poco se acerca más y más a los espacios del arte y no sólo eso: se resignifica por medio de iniciativas de crecimiento como la de la señora Alma Sofía García -que por lo que sé es la mera mera de la Quinta-, las cuales resultan de gran importancia para todos los que nos interesa formar trascendencia y mejoramiento en nuestra comunidad, esta propuesta es síntoma a la vez de la empatía frente, no sólo la danza contemporánea, si no las artes plásticas, la música y no dudo que otras disciplinas como pueden ver con las exposiciones de Edith Reyes, Ethel Cooke, Paula Martins y Fernando Robles que se encuentran en el recinto.

Ahora este espacio funge como un auténtico detonador de dialogo artístico, un espacio donde el arte dialoga entre sí y permite a la comunidad y a los artistas un reconocimiento de sí mismos y del contexto, Brecht: “El arte no es un espejo para reflejar la realidad, sino un martillo para darle forma.”

Apoyemos y realicemos propuestas como esta y otras que quisiera agradecer, mencionar: Martes Danza y Jueves Teatro (Universidad de Sonora) que por cierto este Jueves tiene la última función, Las Lunas de Urano (Casa Andamios), Viso Out Festival, Encuentro Multiexpresivo Andante y más; los invito a checar y acudir a la programación de Jornadas de Arte, nos esperan sorpresas hasta el 31 de diciembre; también los invito vayamos de la mano, de los pies o de los labios, tan lejos como podamos, siempre creciendo, tomados del presente y mirando hacia futuro, siempre tomando el martillo del arte como arma contra la indiferencia, encaucemos el conocimiento, la experiencia, el pensamiento crítico y por sobre todo el amor y la empatía.

Por Sebastián Morto

Sobre el autor

Sebastian Morto/Maytorena Orozco (Hermosillo, 1994) es escritor de arte. Cursa la licenciatura en Letras Hispánicas en la Universidad de Sonora, misma en la que realizó estudios de Artes Escénicas. Dirige la Revista Campobello 30-30, ha publicado en Revista Háyaza y en medios digitales como La Jornada online. Vivió en San Francisco, California y en la Ciudad de México. Se ha desempeñado como director de Desierto Imaginario en colaboración con Plataforma Colmena, Quiatora Monorriel, Centro Estatal de Trasplantes, la Universidad Durango Santander y Universidad Lasalle del Noroeste, presentando obras en Sonora y Sinaloa.

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