El cine de desastres es apuesta firme en taquilla. Desde Aeropuerto (George Seaton, 1970), La aventura del Poseidón (Ronald Neame, 1972) o bien, Titanic (James Cameron, 1997), la fórmula no cambia: la catástrofe estalla ante un amplio reparto de actores y múltiples líneas argumentales; los intentos de los protagonistas por escapar de la tragedia se …
