Caminábamos por el pasillo de las carnes rojas y las carnes blancas cuando estrellé la mirada sobre tamaños zapatotes. El tipo hacía su chamba tan campante; pegaba parsimonioso los anuncios de las ofertas. Pude ver que medio tanque volaba sobre perniles de pollo con o sin adobo. No daba crédito. Saqué el lente y alcancé a disparar un par de veces. Luego encaré al tipo: «Maestro, ¿Cómo puede poner sus zapatos sobre la comida?». Y le señalaba con el dedo el compartimento en el que tenía metido su pie izquierdo. Me reviró apuntando al compartimento en el que había clavado su pie derecho, que era el de los productos emplayados. «Le tomé foto», contraataqué concluyente. No dijo más y cada quien agarró por su lado.
Hoy 9 de junio de 2015, 9.30 de la mañana, en Casa Ley de Encinas y Garmendia, Hermosillo.
Muy bien, Benyi, eso es lo que debemos hacer siempre dondequiera. Reportero ciudadano al acecho!
Que desagradable, sera mejor comprar cosas empaquetadas? De igual manera siempre hay que darles una buena lavada empaquetado o no.
Dame más, Rascón! Salud.
Muy bueno! Gracias y salu2.