Queríamos recibir la primavera de otro modo pero fue imposible…

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Ciudad Obregón, Sonora.-

En estos tiempos, ser mujer en Obregón es sentir que la vida se te puede ir en segundos. Es tener latente el sentimiento de que cada día, al salir de casa, puedes no regresar. Sentir temor por la vida de cada una de tus sobrinas, primas, amigas, hermanas, que tienen que salir a estudiar, a trabajar, a tomarse un café.

Es enterarte día a día por diferentes medios de comunicación sobre las cifras de desaparecidos y cuerpos encontrados. Es vivir familiarizado con el sonido de balas y patrullas. Es vivir apostándole a la suerte para que no te toque a ti ni a ninguno de los tuyos una bala perdida o un levantón.  

Libertad se llama la hermana de mi amiga. Tiene más de dos meses desaparecida. El hijo de la compañera de trabajo de otra amiga tiene años desaparecido. Las hijas de una conocida tienen un año desaparecidas. La mamá de un desaparecido hace días salió de casa a buscar a su hijo desaparecido y ya no regresó a casa.

Libertad es lo que sus familias buscan. Libertad para poder buscar a sus seres desaparecidos, sin temor a que los desaparezcan a ellos también. Tranquilidad de saber si aún viven y resignación de saber que ya no están y al menos tener la oportunidad de despedirse de ellos.

Libertad es la hermana de mi amiga, es lo que ya no tienen sus familiares al seguir sin encontrarla. La que me recuerda que libertad es lo que quiero yo, lo que quiero para mi hija, para mis amigas, para mis hermanas. Libertad es lo que está en peligro de extinción. 

Ser de Ciudad Obregón, seas mujer u hombre, es recordar con gran nostalgia lo que antes era vivir aquí y ya no es. Es conservar una pizca de esperanza de que esto cambie.

Texto de Santa López

Autorretratos de Libertad Alejandra García Villalobos

Sobre el autor

Licenciada en Educación Especial

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