Hermosillo, Sonora.-

Mi generación vivió el último gran coletazo de la Guerra Fría. De adolescentes presenciamos por televisión la caída del Muro de Berlín y con ello los cambios sociales que se estaban dando por todo el planeta. El neoliberalismo imponía una serie de medidas de privatización política y a diferencia de lo que veíamos de niños, donde todo era estatismo, los vientos de cambio de la globalización permeaban todas nuestras estrategias de civilidad, para dar paso a un capitalismo al que obviamente no todos estábamos invitados.

Mucho me ha confrontado, al grado de la congoja psicológica, el poder que se le está dando a la llamada “industria del miedo” con respecto a la devolución instantánea de las políticas de izquierda encabezadas por Andrés Manuel López Obrador. Y eso, en gran medida, lo he visto terrible; como el típico enfrentamiento mexicano entre liberales y conservadores. Por un lado el empresariado se crece con las inseguridades propias de su medio al ver que sus objetivos se ven amenazados, y por otro el pueblo ve en ese “mesías tropical” a la salvación de sus grandes desigualdades y de la enorme corrupción que se da por parte de ciertas élites políticas.

En eso me entra un meme en mi correo electrónico que dice:

“No se disgusten por política. A ningún candidato le interesa su opinión, sólo su voto.

¡Sigamos siendo amigos!”.

-¿Ves?, le comento a un compañero de trabajo, podemos seguir siendo amigos sin necesidad de pelearnos por las banderas ideológicas.

-¿Por qué no vas a ver a Enrique Krauze y le preguntas que está pasando? Hoy que es 23 de abril y Día Mundial de Libro, me sugiere.

-Pero él es muy difícil, le comento, mis amigos de derecha van a decir que les estoy dando la razón y los de izquierda que soy un reaccionario fascista .

-Tú eres un periodista, me responde, y tienes que ver todos los puntos de vista. Pero te sugiero que lo veas a solas, como todas tus entrevistas que son exclusivas, y no en medio de toda la gente barbera que siempre está al lado de ellos.

-Está bien, le digo,  finalmente Krauze como su adalid o maestro Daniel Cosío Villegas, se considera  un liberal, aunque los sectores de izquierda mexicana lo ven como un ultraderechista y defensor del  “establishment” burgués latinoamericano.

-A ti que te valga madres, me comenta, sólo espera que no esté con gente mamona, lo abordas y punto.

Salgo de mi trabajo y lo veo afuera de un hotel con sus secretarias de editorial CLIO, esperando que el chofer traiga el automóvil que lo llevará al aeropuerto.

En eso que me aviento y le digo:

-Maestro Krauze, me dan ganas  de tomarle un video para una entrevista sobre la izquierda y la derecha en México.

-¿Pero por qué no estuviste en la presentación de mi libro?, responde.

-Es que siempre están llenas de barberos y de gorrones, comento.

-Suelta una carcajada y dice: “Mira con una sola buena pregunta que me hagas te sintetizo todo lo que viene en mi libro, pero piensa bien lo que me vas a preguntar, eso depende de tu astucia.”

-¿Cómo ve el populismo?

-“Finalmente lo veo como un régimen que concentra el poder en una sola persona, el poder absoluto, y hechiza al pueblo con falsas promesas. Y eso es muy peligroso, se ha demostrado en el caso de Estados Unidos y en el de Venezuela”.

Muchas gracias, maestro, ¿Dónde puedo comprar su último libro El pueblo soy yo?

-En todas partes, no tienes pretexto para no leerlo.

Y así me despedí del intelectual que en los noventas dijo que las privatizaciones y el Tratado de Libre Comercio de América del Norte “fueron medidas coherentes en el mundo que vivimos”, un mundo moderno y abierto.

En el peor año, a mi juicio, de la “burbuja inmobiliaria” estadounidense, es decir en 2008, Enrique Krauze publicó El poder y el delirio , una obra de crítica histórica, análisis político y reportaje periodístico sobre la figura de Hugo Chávez y su gobierno en  Venezuela. Libro que recibió varios comentarios de la prensa latinoamericana, unos en pro y otros en contra.

Finalmente, me quedé pensando que toda ideología, ya sea de derecha o de izquierda, no tiene nada de malo, salvo el hecho de cómo se apliquen. Y quien las lleve a su límite extremo tendrá que reflexionar en las consecuencias que estas producen.

Por Cipriano Durazo

Fotografía realizada por la asistente de Enrique Krauze

Sobre el autor

Cipriano Durazo Robles es Licenciado en Periodismo por la Universidad Kino y Presidente de la Sociedad Amigos del Museo de Historia de la Universidad de Sonora. Articulista de radio y medios digitales. Se desempeña como dictaminador sanitario de la publicidad en COESPRISSON (Comisión Estatal de Protección Contra Riesgos Sanitarios del Estado de Sonora).

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19 comentarios

  1. Muy buen reportaje y sobre todo al final en el que se aceptan todas las ideologías haciendo hincapie en que el problema es cuando estas se llevan al extremo rebasando lo racional. Seguimos siendo amigos. Saludos.

  2. Excelente primo, muy acertada tu pregunta a un gran personaje y por supuesto obtuviste una respuesta excepcional . Si de por si es dificil acercarse a esta gran persona, entrevistarlo es aun mas. Nuevamente felicidades.

  3. Mi estimado Tavo «Garrocha» López, gran amigo, parece pregunta fácil pero no lo es, dado su nivel de complejidad psicológica, pero tenlo por seguro que a los próximos líderes de opinión con los que me reúna, incluso si vuelvo a ver al maestro Krauze, se lo voy a preguntar de una manera muy insistente, porque a mi también me interesa el tema.

  4. Muy bien Cipriano, buena pregunta y muy buena respuesta de un señoron que no es facil abordar, pero lo lograste Felicidades!!!!!! Vas por mas

  5. Dr. Mario Maynez, mi intensión no fue desgastar mas el ambiente político, sino definir la posición ideológica de nuestros intelectuales en México, hoy por hoy no se vale caer en maniqueísmos, el siglo XXI se nos presenta como un gran reto, y es válido tomar el toro por los cuernos.
    Gracias Doctor.

  6. Tal como sucede con los personajes que aparecen en su libro «Entrevistas a personajes del siglo XX», Cipriano Durazo pareciera tener el don de la ubicuidad para encuentros fortuitos con grandes personajes, pero no solo eso, sino el tino de preguntar lo adecuado para evitar la negativa a una respuesta. Por otro lado, efectivamente el siglo XIX mexicano transcurrió entre debates entre liberales y conservadores, centralistas y federalistas, monárquicos y republicanos, que impidieron la consolidación de la Nación. Muchas felicidades a Cipriano Durazo y a Benjamin Alonso por este esfuerzo editoria.

  7. Doctora Maria del Carmen Tonella Trelles, para mi es un honor que una persona como usted diga esas valiosas palabras, debido a que es toda una referencia histórica sobre los acontecimientos pretéritos de nuestro país. Le agradezco de antemano sus palabras, porque son muy sabias como siempre, y llenas de objetividad.

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