Pasados casi tres meses de que una extensa región del país fuera remecida por dos catastróficos terremotos de 8.5 y 7.1 grados en la escala de Richter, respectivamente, miles de familias siguen acampadas en calles y plazas, pernoctando en viviendas inseguras, mientras que cientos de escuelas, hospitales y centros de salud permanecen cerrados u operando …
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