El 19 de septiembre de 1985 es una fecha hundida en el epicentro de la historia nacional. Sus consecuencias, esas ondas telúricas destructivas, pavorosas y mortales, fueron gigantescas. No solo destruyeron edificios, calles y vidas humanas. También abrieron una profunda grieta entre ciudadanos y gobierno: la cicatriz que no ha dejado de sangrar. Y ahora, …
