Hermosillo, Sonora, México.- Nos trepábamos en el camión urbano. En ocasiones como arañas, de donde se pudiera: las manos en las ventanas, los pies en la defensa trasera. Y ahí íbamos, con el viento en la cara y la alegría en el cuerpo. Decidíamos el proyecto en un volado, a veces hacia el sur, en …
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