Estimadísimo Don Álvaro. Seguro de que nuestra altísima “sociedad civil” esconde tanto veneno como la palabra “civilización” entera, procuro alejarme de las formas y métodos con que pretende distinguirse en tanto comunidad política. Sin embargo, la recompensa del actual entresijo es tal, que descartar a priori un recurso tan cercano como la carta abierta de un ciudadano a otro, me resultaría un sospechoso despropósito. Siendo que la posible recompensa a estos esfuerzos enlodados es nada más y nada menos que la unidad de América Latina.
Don Álvaro, es preciso que planteemos el tema y nos preguntemos qué principios, criterios e instituciones nos llevarán al camino de la unidad latinoamericana, confrontar una propuesta a otra, sus naturalezas en el nivel lógico, histórico y geopolítico. Es preciso que partamos de esto para la crítica a nuestros respectivos gobiernos y, no menos importante, la dichosa acción directa de la gente que, sin mayor adjetivo, ha salvado tantas veces la película.
Y Don Álvaro, pienso que la coyuntura nos da un ángulo muy preciso por estos días en que Iván Duque, Presidente de su bello país Colombia, tras desasistir a la cumbre de la CELAC en México, recibiera a Blinken, Secretario de Estado de los United en los United, en Bogotá, como quien recibe al sol en la nublada Bogotá. Blinken, que visitando Colombia dejó clarísimo de entrada que su prioridad ahí… es Venezuela. ¿Será que Duque querría ser jefe de policía y no Presidente de una República?
Dos iniciativas se proponen a los países de América al sur del Río Bravo: congregarse en la OEA y organizarse en la CELAC. La OEA nace en Bogotá en 1948, descendiente de la a Unión Internacional de Repúblicas Americanas pactada en el Washington de 1890 en el marco de la doctrina Monroe “América para los americanos”. Claro, donde algunos son más americanos que otros, diría Orwell. Creada en Playa del Crim, del Carmen de 2010 en el marco de la Cumbre por la Unidad de América Latina, la CELAC se instituye en la Caracas bolivariana en 2011, impulsada por Brasil, Argentina, Ecuador, Bolivia -y no por el gobierno mexicano de entonces. La OEA se distingue por su respaldo a golpes de Estado, algunos no logrados, siendo el más reciente ese en que casi matan a Evo Morales en 2019. En su haber goza de un programa de apoyo a la economía de “la región”, uno, fue hace 50 años. El principal logro de la CELAC es existir, aún, y más de 100 acuerdos de comercio internacional. La primera pregona Democracia y Seguridad. La segunda, Integración y Desarrollo. “Alianza para el progreso” ha dicho últimamente AMLO, tomando al toro por sus palabras (Kennedy, 1961).
Y claro, todos estamos de acuerdo en que el respeto al derecho ajeno es la paz, mas no en cuál es el derecho ajeno y cuál el de uno.
La OEA nace con y para la guerra fría. La CELAC con y para los gobiernos progresistas. La OEA brilla cuando un país rompe el consenso de Washington. La CELAC es un mecanismo para el diálogo y el bloque histórico, no es un consenso. Colombia quiere creer que su nexo con EUA es especial. Su gobierno presume una amistad profunda ¿será? Opino que sí. Es el gobierno que más bases militares en territorio nacional ha permitido a los United, una amistad muy especial debe ser. Luego está que son adeptos a la misma Diosa, en EUA esta es una estatua y en Colombia el mismo nombre de la tierra. Esto debería significar algo.
Don Álvaro, en el Presente la disputa por el mundo es tan activa a pesar de la Vida. Ya no es La Bomba sino el capitalismo bichi y descarado, o el Antropoceno si se quiere. Si Dios existiera andaría enojado, y quien sabe si seríamos constructores del arca o animales desinvitados.
Europa se tambalea entre los brazoductos de la URSS + la infraestructura de China, y su hegemonía cultural + los dólares gabachos. China va por su unidad territorial sí o sí, y una economía cuya extensión le prevenga de otra caída. Oriente medio no ha superado la balcanización que occidente le aplicó, igual que a nos y a todo colonizado, sólo que su Islam es viejo y persistente, sólo que si Afganistán es indomable todos lo serán. Brasil se conserva como potencia a pesar de la locura. La URSS se corona en el ártico. Israel desarrolla armas que superarán a la Estrella de la Muerte. Los dueños del dinero aceleran. Y en la reconfiguración del desorden internacional lo único claro es que los poderes de la Tierra no temen al Iceberg, lucran con él. Si algo saldrá no tan mal, será como en las películas, porque asaltamos la Matrix.
En este escenario comparto el cálculo de quienes abogan por la unidad latinoamericana desde el alma de los pueblos y la fraternidad universal como única garantía ante la razón instrumental. Es impostergable.
Me siento obligado a recurrir a usted rogándole que use su cercanía con Iván Duque. Hágalo dudar sobre su alianza con los USA ¿debe su lealtad al pueblo o al Tío Sam? No es su tío. Pero quizá el entiende Colombia como la Colombia de sus oligarcas. En algo tendrá razón. América Latina es historia de venas abiertas, ríos subterráneos, siglos de soledad que hoy debemos romper. Sistema de despojo que hoy llamamos “corrupción”. Porque nuestra mentalidad va cambiando, permitiendo al espíritu revelarse.
Si Iván Duque calcula que el éxito de la población colombiana es el de sus millonarios, y que este depende de su amorío con el Departamento de Estado gringo… quizá seamos nos quienes queremos demasiado poco.
Se me dirá que mi decantación por la CELAC obedece al macuspano liderándola. Sí y no. La CELAC es una espada y un arado para ose blandirlo y tirarla. Si Colombia optara por hacer bloque con sus iguales, no dudemos que la presidencia de este y otros organismos recaerían en sus manos. Pero todo poder es temporal, seguir esa línea sería mezquindad cuando abrimos este horizonte, precisamente, por la grandeza histórica que la Tierra aún reserva a la humanidad.
Don Álvaro, a estas alturas digo: a la mierda el Presidente, es con Colombia con quien hay que hablar.
Porque las enfermedades mentales se curan en la carne.
Y hablando así nos miro.
Dejar esto aquí ¿no sería ocultar la incongruencia de un AMLO que clama por descriminalizar la migración mientras su Guardia Nacional caza centroamericanos en carreteras y en aeropuertos? ¿Qué hago doliéndome de la hipocresía de un Duque cuando la Secretaría de Relaciones Exteriores niega sistemáticamente estatus de refugiado a quienes huyen de la violencia al sur del Usumacinta? En Rusia, Ebrard dijo que cada vez más migrantes ven a México y no a EUA como destino. Sádico el ruco.
Queda perfilada la siguiente entrega.