Turismo de vacunas

En algunas ciudades mexicanas frontera con Estados Unidos, como Tijuana Baja California y Nogales Sonora, existe desde hace al menos dos décadas el llamado “turismo médico”. Para muchos americanos que no cuentan con cobertura de servicios de salud en su país resulta más económico y accesible atenderse en México. No es un secreto que los norteamericanos no han logrado establecer un sistema de salud para todos, como en Canadá, tal como intentó el presidente Obama con su Obamacare y antes el Medicare. Ello ha creado un atractivo nicho de mercado por la importancia de la derrama económica en el sector médico que reside en nuestra frontera, observándose grandes clínicas y hospitales apenas entrando a México, como hemos constatado al regresar de Chula Vista California. Tales como clínicas de la vista, laboratorios químico-biológicos y técnico-dentales.

Por otro lado, en redes sociales circulan memes con la figura del nuevo presidente de USA Joe Biden. Se le agradece por ser quien más mexicanos ha vacunado y no es broma. Considerando los millones de connacionales que viven en los Estados Unidos (cerca de 38.5 millones, población censal 2020) y el creciente número de ellos basados en el significativo incremento anual en el monto de las remesas que son enviadas a México por ellos mismos pese a la pandemia, lo hace ciertamente creíble.

A los mexicanos que emigraron a los USA habría que sumarle los mexicanos que, viviendo en frontera o en otros estados del interior, tienen la oportunidad de viajar y conseguir la vacuna en alguna farmacia donde estén aplicando el biológico ya sea mediante cita o presentándose sin ella, que son varias cadenas farmacéuticas donde la aplican, como la muy conocida “Walgreens”. Digamos otra forma de solicitar vacunas en préstamo a los USA, como lo ha hecho el gobierno mexicano a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) y sus funcionarios.

Al 15 de marzo 2021 la suma de personas vacunadas en México no rebasaba los 5 millones de personas. Desgraciadamente, aún no se ha terminado de vacunar al muy valiente, valioso y necesario personal del sector salud: médicos, enfermeros, camilleros, limpieza entre otros, tanto del sector público como privado. Además, solo se han atendido las personas mayores de 60 años en los poblados más pequeños, no así en las grandes ciudades (salvo la CDMX) donde se tiene mayor movilidad y por tanto contagios. Mientras que, en los Estados Unidos, la semana pasada ya rebasaron los cien millones de personas vacunadas, incluso antes de lo previsto por su gobierno federal, y ya existen nuevos compromisos de Biden de terminar de vacunar otros rangos de edad antes de finalizar abril 2021.

Por distintas razones que no me quedan del todo claras, como el retraso en las vacunas Pfizer contratadas, las cuales dilataron tres semanas más de lo acordado mientras la farmacéutica remodelaba sus instalaciones en Europa, en México se vacunaba -hasta la semana antepasada- a razón de 50,000 personas diarias mientras que los vecinos del norte vacunaban a razón de un millón por día cumpliéndose así el compromiso de su presidente: “Vacunar cien millones de personas en cien días”.

Adicionalmente, el compromiso del presidente mexicano de vacunar a todo el sector salud y personas mayores de 60 años, debió extenderse en el tiempo “para abril o para mayo”, últimos días de abril señaló en “la mañanera”.

En función de lo anterior, quienes han tenido la oportunidad de internarse en los USA, ya sea por tener la doble nacionalidad o viajar en avión con pasaporte mexicano y visa americana, han logrado que les administren la tan ansiada vacuna. “Eso ayuda mucho”, ya que son menos mexicanos por atender y menor entonces la posibilidad de contagio y muerte por SARS CoV 2.

No es descabellado pensar que aun si se vacunaran en México a razón de 500,000 personas diarias, que se antoja utópico, el tiempo para alcanzar el 70% de la población, pasarían al menos 6 meses para lograrlo, dando tiempo al desarrollo de nuevas variantes más peligrosas, contagios y muerte.

Es cierto que deberíamos esperar el turno, han dicho algunos, pero el tiempo en que se alcanzara un porcentaje de la población para alcanzar la “inmunidad de rebaño” se ve muy lejos en función de la tasa de vacunación actual. Luego entonces muchas personas más se contagiarán y una parte de ellos fallecerán. Por tanto, cualquier esfuerzo que se haga en el sentido de obtener el biológico, es válido. Entre más personas vacunadas menor será el riesgo para todos.

Es tanto y tan prolongado el tiempo para vacunar a la población, que se atraviesan fechas festivas y días vacacionales como la Semana Santa próxima, mismos que la población aprovecha para descansar harta de estar confinada, pero sin tomar las medidas precautorias necesarias incrementándose el riesgo de continuar esparciendo el patógeno en un círculo vicioso. A eso sumarle las campañas políticas que arrancaron el mes en curso y la potencial y peligrosa mezcla que se hiciera con el manejo mismo de la pandemia y las decisiones en materia de salud pública.

A lo anterior agregar que, dada la característica de los virus de presentar mutaciones, se han observado variantes mucho más contagiosas y mortales que las originales, como la “variante inglesa”. Son buenas razones para buscar por todos los medios la necesaria inmunización cuanto antes. Sigamos cuidándonos. Usemos todos cubre bocas, evitemos salir y de hacerlo respetemos la sana distancia.

Por Martín Bustillos-Ruiz

Foto de Semana