Hermosillo, Sonora.-

En lo que constituye el enésimo robo de una placa de bronce conmemorativa en esta ciudad, el suscrito reportero descubrió -la mañana de hoy martes 21 de setiembre de 2021-, que la respectiva de Juan Bautista de Anza no lo está más, seguramente arrancada por ladronzuelos de poca monta y «escasa progenitora», diría mi amigo Edmundo Armenta y Arrayán.

A diferencia de las placas del resto de las estatuas ubicadas sobre el bulevar Rodríguez, que la administración municipal de 2015-2018 («¡los malos!») las sustituyó con llanas placas de no bronce, la del colonizador español seguía siendo la original de bronce y grabado. No obstante, esta madrugada o alguna muy reciente (véanse los restos de cemento esparcidos por el suelo), amantes de lo ajeno pero sobre todo amantes de la asquerosa droga conocida como cristal, la sustrajeron para llevarla a alguna chatarrera, que paga veinte pesos el kilo de fierro aprox, y aunque no es fierro capaz lo compran como tal.

Por cierto, mucha responsabilidad tienen las autoridades en dicho robo, pues el sitio luce abandonado por las mismas y en cambio habitado por indigentes y visitado por vándalos malos y vándalas buenas, como puede apreciarse en las siguientes imágenes:

Queda de consuelo la espantosa y por ello inrobable lona informativa que la anterior administración estatal («¡malditos!») instaló a la izquierda de don Juan.

Texto y fotos por Benjamín Alonso Rascón

Sobre el autor

Premio Nacional de Periodismo 2007. Director de Crónica Sonora. Escríbele a cronicasonora@gmail.com

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